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5 mentiras del amor romántico que nos dicen a las mujeres desde niñas

¿De dónde surgió el concepto de amor romántico y cómo repensarlo para evitar sus peores consecuencias? Una experta nos explica.

¿Cuántas veces has soñado con encontrar el verdadero amor? Seguramente muchas, pero es importante que sepas que el amor romántico es un concepto moderno que surgió en el contexto de dos sistemas: uno político-social, denominado patriarcado, y el otro económico, el sistema capitalista, explica Raquel Ramírez Salgado, especialista en Estudios de Género y Feminismo.

“El amor romántico es una forma de dominación por parte de los hombres, que necesita que las mujeres tengamos cierta configuración subjetiva para que también anhelemos aspirar a él, sin tener conciencia de que se trata de un mecanismo de opresión”, dijo la especialista.

En ese sentido al patriarcado “le conviene” reproducir los mitos del amor romántico para asegurar el dominio de los hombres sobre las mujeres; mientras que el capitalismo también se beneficia de que las mujeres realicen trabajos de cuidado para la familia y trabajos no remunerados en el hogar; en contraparte, el hombre tiene la oportunidad de “disfrutar” su ciudadanía.

La experta abundó que a las mujeres se les enseña a cuidar a toda una familia con base en la ternura y el amor, esperando que este se convierta en su fin y deseo último, a pesar de que eso no lo sea.

“El problema no es la ternura o el amor, es que se trata de una designación arbitraria que se construye desde la desigualdad y que a los hombres no se les enseña a cuidar y a amar como a las mujeres”, indicó Ramírez Salgado

Aquí cinco mentirás del amor romántico que nos hicieron creer desde niñas:
1) Solo las mujeres bellas serán amadas
La especialista advierte que no solo se trata de la reproducción de las películas de princesas de Disney, ya que no son los únicos modelos de perfección que persiguen las infancias, sino que podemos ver estos mismos estereotipos de género replicados en las redes sociales.

Tal es el caso de redes sociales como Instagram, donde se reproduce la hipersexualización de las mujeres, la cual muchas veces esté alterada con filtros, operaciones estéticas o edición fotográfica, lo cual puede llegar a formar en las niñas una idea errónea de la feminidad.

“Los hombres han aprendido a erotizarse con la feminidad y las mujeres piensan que si son deseables podrán alcanzar su reconocimiento. Entonces, aunque aparentemente la hipersexualización sea algo transgresor, finalmente forma parte de la misma normatividad de buscar aprobación masculina”, aseguró la experta.

Además, advirtió que los discursos que potencializan la hipersexualización como una forma de empoderamiento son muy peligrosos, sobre todo cuando están al alcance de las niñas, quienes aprenden a ver a su cuerpo como una moneda de cambio.

“El cuerpo no es una moneda de cambio, más bien es el vehículo que nos posibilita vivir y transitar en la vida por lo que tenemos que cuidarlo y valorarlo”.

2) Los polos opuestos se atraen
El origen de esta creencia del amor romántico proviene del culto a la tragedia que comienza con poema medieval, Tristán e Isolda, el cual cuenta la historia de dos jóvenes que beben, por accidente, un filtro amoroso que los hace enamorarse el uno del otro a pesar de que sus circunstancias y personalidades distintas.

“Esta historia nos dice que, no importando las diferencias entre los involucrados, el amor no se piensa, solo se siente y te tienes que entregar a él”, mencionó Ramírez Salgado.

Adherido a esto se reprodujo que las personas diferentes se complementan entre ellas; sin embargo, la especialista recomienda sembrar relaciones donde haya una mayor cantidad de aspectos en común, empezando por un marco ético.

“Hay que repensar qué tanto los polos opuestos realmente se atraen y si se llegan a atraer qué tanto es beneficiosa esa relación para las mujeres y sus planes.”

3) El amor puede cambiar a las personas
Uno de los mitos más grandes del amor romántico es que las personas pueden cambiar por el poder del amor, lo cual surge como una herencia del cristianismo, el cual pinta al amor, en sus rezos y canciones, como una fuerza transformadora.

“Se nos deposita una responsabilidad que está más allá de nuestro poder y nos aseguran que el amor lo puede todo, sin embargo, hay veces que puedes amar profundamente a una persona pero que esa relación ya no tiene cabida en tu vida”, afirmó Ramírez Salgado.

4) El amor significa sufrimiento
La experta asegura que muchas veces el amor romántico hace pensar que para acceder a él es necesario que la mujer renuncia a sus sueños y autonomía: “por ejemplo, en el cuento de La sirenita, ella renuncia a su bien más preciado que es su voz con tal de conseguir el amor.”

Ante esto, recordó que ningún amor debería ser más grande que el que tenemos por nosotras mismas, por lo que tenemos el derecho a finalizar una relación amorosa si está poniendo en riesgo nuestra autonomía y nuestro proyecto de vida.

“Está respaldado con estadísticas que el momento más vulnerable para las mujeres que están en una relación violenta es cuando deciden abandonar a su maltratador. Este es el momento en que más mujeres son asesinadas o sufren intentos de asesinato”.

5) El amor justifica la violencia
En ese sentido, reproducir la idea de que el amor debe doler no hace más que naturalizar la violencia de pareja como una agresión que siempre ha existido y contra la que no vale la pena luchar. Asimismo, pensar que la violencia en las relaciones es un tema que debe quedar entre las parejas lleva a que este delito no se denuncie en la mayoría de los casos.

“Para el Estado esto es muy conveniente porque ya no se tiene que ocupar de garantizarles a las mujeres una vida libre de violencia. Este tabú muchas veces les cuesta la vida a las mujeres”, advirtió Ramírez Salgado.

El amor romántico un concepto que permea muchos ámbitos de la sociedad y la responsabilidad de combatir sus mitos no recae solamente en el ámbito personal y de pareja, sino que es necesario crear redes de apoyo para las mujeres tanto en sus círculos cercanos como en la política pública.

“Existe el gran mito de que las mujeres deben de salir por sí solas de una relación de violencia, pero la realidad es que para hacerlo necesitamos redes de apoyo para dialogar, sanar emocionalmente y ayudarnos a acceder a la justicia”, destacó Ramírez Salgado.