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Este es el mejor hábito de salud mental para desahogarte, aprender de tus errores y aclarar tus ideas

Descubre cómo sacar partido al ‘journaling’, el método de escritura terapéutico

Cuidar la salud mental ha cobrado un nuevo significado desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que el 25% de la población sufrirá algún trastorno mental a lo largo de su vida.

Por eso es importante ponerse en manos del psicólogo adecuado o introducir gestos cotidianos que nos hagan sentir bien, como el journaling, el más idóneo para ‘ventilar las emociones’. Según los psicólogos, escribir un diario o tomar notas sobre cuestiones internas es ‘altamente beneficioso’ para nuestro bienestar. Veamos cómo puedes hacerlo de forma consciente para aclarar tus ideas, desahogarte sin filtros y aprender de tus errores.

La doctora en psicología Rocío García Torres, profesora de la Universidad Villanueva, alude a un estudio de la Universidad de Nuevo León (México) sobre la función reguladora del estrés que ejerce el journaling (un beneficio que comparte con el mindfulness). También cita otro estudio de la Universidad de Cambridge que defiende sus ventajas para la salud física y emocional.

‘A mí me parece un ejercicio de autocuidado: generamos el hábito de dedicar un rato cada día a pensar en nuestras cosas –hacer hueco a nuestras emociones–, las ordenamos y las plasmamos en un papel. Nos ayuda a ser conscientes de cosas que, si no paramos y las analizamos, seguimos representando de manera automática’, dice la psicóloga. ‘Conocer cómo funcionamos, cuáles son nuestras heridas, qué historia tendemos a repetir, es precisamente lo que nos va a liberar de esa repetición’, destaca García Torres.

Haz introspección
Según la experta, el principal objetivo y beneficio de tomar notas o llevar a cabo un diario ‘es aumentar el autoconocimiento: poder ser más conscientes de lo que nos pasa por la cabeza y por el corazón: nuestros asuntos, quiénes somos, qué nos importa, qué nos genera bienestar, qué nos hace daño, cuál es la emoción más presente en nosotros…’, señala la psicóloga.

De ahí que para conseguir que este tipo de escritura sea realmente útil, deba estar acompañado un honesto ejercicio introspectivo. ‘Cada uno, en función del momento vital, puede estar atascado en el miedo, la tristeza o el enfado, pero si no es consciente (parando y mirando en su interior para identificar qué le pasa), no lo superará’, expone la profesora. ‘No solamente la terapia es terapéutica. Esto también se trata de tomar conciencia poco a poco y hacer consciente lo inconsciente’, puntualiza.

Busca respuestas
¿Alguna vez te has sentido mal sin saber por qué? Siempre hay un motivo, y una forma fácil de sacarlo a relucir es redactar tus ideas. ‘El hecho de poder parar, aterrizar esas emociones y ponerlas en palabras va a ser muy beneficioso para la salud mental’, señala García Torres. En su opinión, un diario ‘brinda la posibilidad de aclarar todos esos pensamientos que a veces se diluyen como en una coctelera; solamente sabemos que estamos mal, pero no llegamos a identificar el origen’.

‘Lo esencial es dedicarse una mirada amable a través de esas notas, percibir con cariño lo que nos pasa y sentimos, sin juicios ni filtros, intentando comprenderlo. Al final, nuestros comportamientos, nuestro malestar, por qué somos como somos… tienen una explicación’, dice la experta.

Sal de tus errores
Por otro lado, escribir de forma continuada nos permite revisar el modo en que nuestra visión de las cosas se transforma. En este sentido, la profesora de la Universidad Villanueva nos anima a evaluar la evolución de nuestro pensamiento; de este modo, ‘identificas distorsiones cognitivas, esas creencias irracionales que muchas veces damos por ciertas. El hecho de ponerlas en un papel nos hace conscientes de la magnitud de lo que estamos pensando: si no es objetivo o no es real, si únicamente está en mi cabeza y le estoy dando una condición de certeza que conviene ‘desmontar’. Es una de las patas esenciales del trabajo psicoterapéutico: poder desmontar esas creencias irracionales que damos por ciertas’.

La memoria humana es limitada, así que recopilar nuestras emociones por escrito ‘es útil para objetivar el crecimiento personal’, dice García Torres. ‘Además, el hecho de registrar de este modo un error nos ayudará a evitar repetirlo en el futuro’, añade.

Elige un formato a medida
‘Si hacemos álbumes de fotos o coleccionamos recuerdos, ¿qué puede haber más importante que recopilar nuestros propios sentimientos, nuestro ser y sentir plasmado en un papel?’, plantea la psicóloga. Por este motivo, también es interesante plantear el journaling en función de tu nivel de creatividad. ‘Cada uno elegirá su formato; puedes hacerlo en formato blog, escribirlo en un papel o mandarte mensajes en WhatsApp. Es el mismo ejercicio y te tranquilizará saber que tienes esa herramienta cuando creas que necesitas registrar un pensamiento importante o sobre el que quieras trabajar’, explica García Torres.

En cualquier caso, cuando comienza a hacer terapia con un nuevo paciente, ella le recomienda ‘acudir a una papelería y disfrutar de comprar un cuaderno que les ‘diga’ algo; lo llamo ‘el cuaderno del resto de su vida’. Es verdad que hay personas que son más digitales y utilizan, por ejemplo, WhatsApp.

No se lo enseñes a nadie
En último lugar (pero no por eso menos importante), el journaling ha de ser un acto tan privado como aquello que escribimos para obtener sus beneficios. ‘Sabiendo que no hay más destinatario que nosotros, plasmaremos lo que sentimos con más libertad y transparencia’, comienza a explicar García Torres. ‘Nos permite actuar sin filtro, desahogarnos y ventilar nuestras emociones sin miedo al juicio o la crítica, la razón por la que muchas veces no compartimos nuestras cosas con los demás’.