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El síndrome de la Cenicienta o el miedo a ser independiente

Inseguridad, la búsqueda constante de la aprobación de tu pareja, de resguardo, de protección… Estos son algunos de los síntomas más habituales de quienes padecen este fenómeno psicológico.

Los clásicos cuentos de hadas marcaron nuestra infancia, lograron abrir nuestra mente a un mundo lleno de fantasía, de magia, de ilusión. Pero posiblemente también fueron determinantes en la creación de un concepto (inequívoco) sobre cómo deben ser las historias de amor, en concreto el papel de la mujer y de su salvador, el bautizado como «príncipe azul».

Es probable que nunca hayamos puesto el foco en ello pero a raíz de este tipo de estas ideas forjadas en nuestra mente, muchas mujeres sufren de inseguridades, de miedo por no estar protegida, por no encontrar precisamente a ese hombre que se describe en los cuentos y películas que debe venir a rescatarle a salvarle de la situación actual. Es lo que muchos han bautizado como el síndrome de la Cenicienta.

Definición del síndrome de Cenicienta
Mar Araujo, psicóloga de Mundopsicologos.com, habla de este fenómeno psicológico como el «miedo de la mujer a ser y vivir de forma independiente y autónoma». Este perfil tiene una necesidad constante de resguardo, compañía y «sensación de seguridad de un hombre. «Podríamos decir que se trata de mujeres con un alto grado de dependencia emocional y económica, que depositan su estabilidad psíquica en la formalización de una relación. Este complejo, les lleva a idealizar a la pareja como “su príncipe azul” y se sienten frustradas cuando detectan algún error o defecto en su pareja», resalta.

Reconocer a quienes padecen de este síndrome de la Cenicienta es determinante. «Es la notoria dependencia de la mujer hacia el hombre en cualquier sentido», apunta la propia Mar. «Puede ser necesidad afectiva extrema, preferencia siempre por su compañía y acceso constante a él, dependencia económica, social etc», añade. No solo se trata de mujeres que necesitan agradar constantemente a su pareja y que esperan de ellas una aprobación de cualquier acto que realicen, además, según apunta la psicóloga, son perfiles que «sufren un miedo excesivo a la ruptura y al rechazo». Por otro lado, como bien apunta Araujo, «suelen idealizar en exceso a sus parejas e intensifican sus virtudes, otorgándoles todo el valor que no reconocen en sí mismas».

El perfil: causas y consecuencias de quienes lo padecen
No hay un patrón concreto, pueden ser varias causas las que han determinado este comportamiento, este miedo a ser independiente. «Normalmente son mujeres que han crecido, debido al entorno familiar y social, creyendo que su vida solo será feliz y completa con la compañía de un hombre que les cuide», apunta Araujo, que también apunta a la «baja autoestima y seguridad en sí mismas» como otros factores de riesgo.

La sobreprotección de los padres o incluso el haber pasado por una etapa de bullying también pueden derivar a este comportamiento. «En general, si una mujer ha sufrido algún trauma, puede que pierda la capacidad de afrontar los problemas autónomamente y que esto la lleve a padecer síndrome de la Cenicienta», resalta.

«Con respecto a este complejo, se refiere únicamente al sexo femenino, ya que está inspirado en la mítica historia de Disney de la mujer desvalida que tiene que ser salvada por un hombre. Sin embargo, es probable que lo sufran hombres sobre mujeres o sobre otros hombres en todo el mundo. Al final, se trata de un problema de dependencia afectiva y de falta de autoestima, lo que es completamente posible que cualquier persona con estas características pueda tener problemas similares a los del complejo de la cenicienta» concluye la psicóloga Mar Araujo.

La propia experta reúne algunas pautas que pueden ser determinantes para revertir la situación o frenar nuestro comportamiento antes de que llegue a ese punto:

  • Salir de la zona de confort
  • Fomentar las relaciones sociales y potenciar la autonomía
  • Dedicarse tiempo a una misma
  • Cambiar la actitud: tomar la iniciativa
  • Trabajar en la autoestima: seguridad y responsabilidad
  • Cambiar el chip en cuando a la idealización de la pareja
  • Aumentar la positividad