Enseñarles a los padres cómo hablar con sus bebés podría ayudar a fomentar el desarrollo del lenguaje en sus hijos, señalan unos investigadores.
El estudio de la Universidad de Washington no observó lo que se conoce como balbuceos o lenguaje infantil, que en general consiste en sonidos absurdos y palabras sin sentido.
En vez de ello, los investigadores se enfocaron en lo que se conoce como maternés. Se trata de un habla adecuada con unas vocales alargadas y unos tonos vocales exagerados que atraen la atención de los bebés y los animan a responder.
El estudio encontró que los padres que recibieron un entrenamiento individual usaban el maternés con una mayor frecuencia que los padres que no recibieron el entrenamiento. El entrenamiento condujo a más «conversaciones» entre padres e hijos y aumentó las habilidades lingüísticas de los niños meses después.
Los padres alteraron su habla de buen grado cuando les dijeron que la forma de hablar podría ayudar a su bebé a aprender, anotaron los investigadores.
A los 18 meses, unas encuestas con los padres estimaron que el vocabulario de los niños de las familias entrenadas tenía, en promedio, unas 100 palabras, en comparación con 60 palabras entre los niños cuyos padres no fueron entrenados.
El estudio fue un seguimiento de un proyecto de 2018. El entrenamiento ocurrió a los 6, 10 y 14 meses, y se dio seguimiento a las familias hasta los 18 meses. Los resultados se publicaron en la edición en línea del 3 de febrero de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.