Las mujeres gestantes con virus de inmunodeficiencia humana (VIH) deben tomar medicamentos contra el virus durante el embarazo y el parto, a fin de reducir el riesgo de transmisión perinatal del VIH y de proteger su propia salud.
La elección de un régimen de tratamiento contra el VIH para utilizarlo durante el embarazo depende de varios factores. Estos incluyen el uso actual o anterior de medicamentos contra el VIH de una mujer, otras afecciones médicas que pueda tener y los resultados de las pruebas de resistencia a los medicamentos.
En general, las mujeres embarazadas con VIH pueden utilizar los mismos regímenes de tratamiento del VIH recomendados para mujeres adultas que no están embarazadas, a menos de que el riesgo de desarrollar efectos secundarios conocidos para una mujer embarazada o su bebé supere los beneficios de un régimen en particular.
En ocasiones, el tratamiento del VIH de una mujer puede cambiar durante su embarazo. Las mujeres y sus proveedores de atención médica deben analizar si es necesario realizar algún cambio en el régimen de tratamiento del virus durante la gestación de sus bebés.