Las terapias de estimulación cerebral pueden desempeñar un papel en el tratamiento de ciertos trastornos mentales. Estas implican activar o inhibir el cerebro directamente con electricidad, así lo indica el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos.
La electricidad puede administrarse directamente mediante electrodos implantados en el cerebro o de forma no invasiva mediante electrodos colocados en el cuero cabelludo. La electricidad también se puede inducir mediante el uso de campos magnéticos aplicados a la cabeza. Aunque estos tipos de terapias se utilizan con menos frecuencia que los medicamentos y las psicoterapias, sí resultan prometedores para tratar ciertos trastornos mentales que no responden a otros tratamientos.
La terapia electroconvulsiva es la terapia de estimulación cerebral mejor estudiada y tiene el historial de uso más largo. Otras terapias de estimulación discutidas aquí son más nuevas y, en algunos casos, todavía son métodos experimentales. Estas incluyen:
Estimulación del nervio vago
Estimulación magnética transcraneal repetitiva
Terapia de convulsiones magnéticas
Estimulación cerebral profunda
Un plan de tratamiento también puede incluir medicamentos y psicoterapia. La elección del plan adecuado debe basarse en las necesidades individuales y en la situación médica de la persona, y debe realizarse bajo la supervisión de un médico.