La septicemia es la presencia de bacterias en la sangre que a menudo ocurre con infecciones graves. También conocida como sepsis, la septicemia es una respuesta grave y potencialmente mortal a una infección que empeora de forma muy rápida.
Según expertos en salud, el envenenamiento de la sangre no es un término médico. Sin embargo, se utiliza ante la presencia de bacterias en la sangre —bacteriemia— o a una infección en la sangre.
Desafortunadamente, la bacteriemia y la infección pueden avanzar potencialmente a una septicemia o un choque séptico, enfermedades graves que necesitan atención médica inmediata.
¿Cómo identificar la presencia de septicemia?
Si recientemente has tenido una enfermedad o un procedimiento médico o dental —o estuviste hospitalizado— y tienes alguno de los siguientes signos y síntomas, consulta a un profesional de la salud inmediatamente.
- Fiebre repentina.
- Escalofríos, con o sin temblores.
- Diagnóstico de bacteriemia o infección a través de hemocultivos.
La infección suele confirmarse por medio de un examen de sangre. Pese a ello, es posible que este examen no revele infección en personas que han estado recibiendo antibióticos.
Si eres diagnosticado con este padecimiento, deberás permanecer en el hospital y recibir antibióticos por vía intravenosa. Sin un tratamiento rápido, la bacteriemia o la infección pueden extenderse a otras áreas, como las válvulas cardíacas u otros tejidos.
Prevención
Para prevenir la sepsis, es necesario evitar una infección. Toma en cuenta las siguientes recomendaciones.
- Cuida bien cualquier afección de salud crónica que tengas.
- Obtén las vacunas recomendadas por tu médico.
- Practica una buena higiene.
- Mantén tus heridas limpias y cubiertas hasta que sanen.
Ante cualquier duda, consulta a un profesional de la salud. Si presentas alguno de los síntomas descritos, acude a urgencias de inmediato.