Aunque su aspecto no es tan imponente, se trata de una de las plantas medicinales con más propiedades; el árnica. Es una planta pequeña que crece de manera silvestre en las montañas, originaria de europa y de florecillas amarillas.
Para las mujeres puede ser una aliada importante para prevenir o disminuir las estrías, evitar la pérdida de cabello, hidratante de la piel, protección contra la caspa, entre otros.
Es importante recalcar que el uso del árnica sólo está recomendado para su uso externo, ya que al ser ingerido en forma de té o infusión puede provocar vómitos, dolor de cabeza, nerviosismo, diarrea y malestar estomacal.
Conocida también como «tabaco de la montaña», tiene propiedades antiinflamatorias, antibacteriana, astringente, fungicida, cicatrizante, antitumoral, colerética y ayuda a curar heridas. Puede aliviar desgarros, esguinces, artritis, golpes, infecciones y heridas externas de piel y boca.
Para la piel puede ser aplicado en forma de extracto puro mezclado con aceites o cremas, como una forma de tratar la piel seca. También se puede usar para aliviar picaduras de insectos, dolencias en la boca, como paliar el dolor después de una cirugía o de extracción de dientes.
El árnica se vende en presentaciones diversas; ungüentos, pomadas, cremas, planta fresca y gel. Otra manera es utilizarlo en forma de enjuague bucal para curar aftas, problemas de la encía o piorrea.