Como ya se mencionó el aceite de coco tiene alta cantidad de grasa saturada, pero su consumo en bajas cantidades puede aportar ciertos beneficios para la salud aunque no está recomendado para quienes padecen problemas cardiovasculares.
El aceite de coco puede consumirse en pequeñas cantidades siempre y cuando sea completamente orgánico. Entre sus propiedades contiene el 50 por ciento de ácido láurico, propiedades antimicrobianas, antifungicas, antivirales y antiinflamatorias.
El aceite de coco en el cabello ayuda a nutrir a profundidad la fibra capilar, la regenera y protege de agresiones externas como la contaminación, químicos y tratamientos capilares. Las proteínas del aceite de coco ayudan al cabello a verse fuerte, saludable y brilloso. El aceite de coco en el cabello también controlar o disminuir la caspa, ya que tiene propiedades antimicóticas y antibacterianas.
El aceite de coco es benéfico para la piel y el rostro. Otorga vitamina E y antioxidantes para la piel lo que beneficia para retardar el envejecimiento. El aceite de coco es benéfico para hidratar la piel, repara los tejidos, sirve como desmaquillante para pieles sensibles y como bálsamo labial. El resultado es una piel reparada y luminosa, gracias a que los ácidos que contiene ayudan a restablecer el PH neutro de la piel. También ayuda a bloquear cerca del 20 por ciento de los rayos UV.
