La meningitis es la inflamación del tejido delgado que rodea al cerebro y la médula espinal. Esta inflamación puede ser causada por virus, que es la más común o por bacterias que es menos común. La infección por meningitis suele comenzar como una gripe común pero los síntomas son más fuertes.
Esta infección puede ser producida debido a que algunos bebés o personas mayores tienen un sistema inmunológico débil y en algunos niños puede ser ocasionado por el virus del herpes labial. La mayoría de los casos de meningitis en niños menores de cinco años tienen origen viral, mientras que la meningitis en adultos mayores de 20 años son mayormente bacterianas.
La infección en bebés puede tener su origen en la etapa del embarazo, cuando la madre es infectada por la bacteria listeria, que causa listeriosis y que también puede causar meningitis y aumentar el riesgo de abortos espontáneos, nacimientos de fetos muertos y partos prematuros.
La meningitis suele ser confundida con gripe, pero los síntomas son mucho más fuertes que una gripe común. Las complicaciones de la meningitis son graves y se agravan aún más cuando los bebés no reciben atención médica inmediata, por ello es necesario estar atento a los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Irritabilidad
- No comen
- Somnolencia o dificultad para despertarse
- Pequeñas manchas en la piel
- Menos interactivos con el ambiente
- Extremidades azulosas, oscuras y frías
- Vómito explosivo
- Convulsiones
- Sensibilidad a la luz
- Falta de apetito o sed
Existe la prevención para este tipo de enfermedades que se da por medio de vacunas, por ello es indispensable cumplir con el cuadro de vacunación.
Se recomienda que los bebés no sean besados o tocados por personas ajenas a los padres, esto debido a que suelen tener defensas bajas frente a diferentes virus y bacterias que pueden desencadenar en meningitis.