La cistitis es un padecimiento que se caracteriza por la inflamación de la vejiga, generalmente es producto de una infección causada por bacterias, también se le conoce como infección urinaria. Esta infección puede ser causada por bacterias que entran a las vías urinarias a través del uréter y una forma habitual de la entrada de estas bacterias es a través de las relaciones sexuales.
Cuando este tipo de infección en las vías se produce después de tener relaciones sexuales se denomina cistitis postcoital. Durante las relaciones sexuales las bacterias se pueden impulsar por la uretra.
Además, ciertos anticonceptivos pueden provocar infección en las vías urinarias, como los diafragmas que contienen agentes espermicidas aumentan más el riesgo. Los anticonceptivos orales también suelen debilitar la mucosa de las vías urinarias femeninas, causando que las bacterias puedan entrar con más facilidad.
Las infecciones bacterianas de la vejiga pueden aparecer en las mujeres como resultado de las relaciones sexuales. No obstante, incluso las jóvenes y mujeres que no son sexualmente activas están expuestas a infecciones urinarias más leves, ya que la zona genital femenina a menudo alberga bacterias que pueden causar cistitis.
La higiene postcoital es importante para prevenir las infecciones urinarias, por ello se recomienda orinar tras tener relaciones sexuales.
Otra de las recomendaciones para las mujeres es secar de adelante hacia atrás después de evacuar los intestinos. Esto evita que las bacterias de la región anal se extiendan a la vagina y la uretra.
El tratamiento para la infección suele estar compuesto por antibióticos, pero estos deben ser recetados por un médico.
Las infecciones urinarias no atendidas a tiempo pueden llegar a los riñones y causar serias complicaciones.