El uso excesivo de suplementos alimenticios puede provocar daños a la salud, indica el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como al hipervitaminosis, para evitar esto es necesario que un médico determine si es necesario que una persona consuma vitaminas o no.
De acuerdo a Ismael Fajardo Flores, del IMSS en Jalisco, antes de comprar por decisión propia un multivitamínico, lo ideal es consultar con un experto, ya que para algunos pacientes podría resultar nocivo.
Los suplementos multivitamínicos prometen que se mejorará el rendimiento durante el día pero se debe tener precaución con su ingesta, dijo el médico ya que algunas vitaminas que tienden a acumularse en los tejidos grasos, como en el caso de las A, D, E y K.
La hipervitaminosis puede hacer que se tengan padecimientos gastrointestinales, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor de huesos, problemas con la visión, fatiga y/o de debilidad. Ante estos síntomas, indicó Fajardo Flores, es necesario acudir a consulta y referir al médico si se ha ingerido algún tipo de vitamínico comercial.
El especialista dijo que las personas diagnosticadas con hipervitaminosis deben seguir un plan dietético para determinar si necesita o no consumir productos adicionales a una alimentación balanceada, ya que en la mayoría de los casos no es así y basta con llevar hábitos de vida saludables que incorporen el agua simple y el ejercicio.
De acuerdo a la Secretaría de Salud de México, Las vitaminas liposolubles que son la A, D, E y K que al ser consumidas en exceso, se acumulan y pueden provocar efectos adversos en el organismo lo que se conoce como hipervitaminosis; este padecimiento es difícil que ocurra a través de la dieta y es más frecuente que se presente por el consumo indiscriminado de complejos multivitamínicos.
Las vitaminas son nutrimentos esenciales para el organismo que son necesarias para que se lleven a cabo diferentes funciones celulares; este grupo de sustancias se dividen en hidrosolubles y liposolubles. La diferencia entre ambas radica en que las primeras son utilizadas por el organismo inmediatamente y el excedente sale a través de la orina (excepto la vitamina B12) mientras que las liposolubles se almacenan en el tejido graso del cuerpo.
Las hipervitaminosis que ocurren con mayor frecuencia son las de vitamina A y D; cuando se ingieren grandes cantidades de vitamina A (8,000 a 10,000 microgramos/día) pueden presentarse alteraciones de la piel, caída del pelo, debilidad, vómitos y en casos extremos trastornos hepáticos. La ingesta excesiva de vitamina D (aproximadamente 1250 microgramos/día) puede provocar depósitos de calcio en tejidos blandos, daño renal y/o cardiovascular y síntomas como estreñimiento, disminución del apetito, vómitos, fatiga y/o deshidratación.