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Dolor de cadera, ¿cuáles son las causas más comunes?

El dolor en la cadera puede ser desconcertante. A menudo, no se limita sólo a esa región, también se extiende hacia la ingle, el muslo e, incluso, la rodilla. Este malestar diverso puede ser consecuencia de varias condiciones, desde fracturas hasta afecciones musculares. 

Las fracturas de cadera —más comunes en personas mayores debido a la debilidad ósea— suelen ser una causa común, pero no sólo los huesos son responsables. Infecciones, necrosis por falta de flujo sanguíneo, artritis o desgarros en el labrum también pueden desencadenar malestar en esta área.

Además, problemas musculares como la bursitis, distensiones o síndromes específicos —como el del tracto iliotibial o el de pinzamiento femoroacetabular— también se vinculan con este dolor. Sorprendentemente, en ocasiones, el dolor en la cadera puede ser un reflejo de problemas en la espalda en lugar de la propia articulación.

¿Qué puedes hacer en casa para aliviar el dolor?

Algunos consejos útiles son:

  • Evitar actividades que empeoren el dolor.
  • Cambiar la postura al dormir.
  • Mantener un peso saludable. 
  • Reducir el tiempo que pasas de pie.
  • Utilizar calzado adecuado.

El ejercicio puede ser tanto una solución, como una causa del problema. Realizar calentamientos y estiramientos adecuados antes y después del ejercicio, elegir superficies suaves para correr o caminar, usar zapatos apropiados y buscar ayuda médica antes de ejercitar la cadera son medidas preventivas vitales.

¡Ojo! Saber cuándo buscar ayuda profesional es crucial. Si experimentas un dolor agudo debido a una lesión grave, deformidad visible, imposibilidad para mover la cadera o soportar peso, busca asistencia médica de inmediato.

Contacta a un especialista si el dolor persiste después de una semana de tratamiento en casa, si aparecen síntomas adicionales —como fiebre o erupción cutánea— o si tienes dolor repentino en la cadera con otros problemas de salud.

El médico llevará a cabo un examen físico detallado y puede requerir radiografías o resonancias magnéticas para un diagnóstico más preciso. 

No te automediques y sigue las instrucciones de un profesional de la salud.