La diabetes frágil, también llamada diabetes lábil, es una diabetes tipo 1 difícil de controlar. Se caracteriza por cambios frecuentes y graves en los niveles de azúcar (glucosa) en sangre, que van desde demasiado altos (hiperglucemia) hasta demasiado bajos (hipoglucemia).
Algunos expertos consideran la diabetes frágil como un subtipo de la diabetes tipo 1, mientras que otros creen que es una complicación de la enfermedad. En ocasiones, la diabetes frágil se asocia con estrés y otros problemas psicológicos y puede requerir hospitalización.
La característica distintiva de la diabetes frágil son los cambios frecuentes e impredecibles en los niveles de azúcar en sangre, que provocan síntomas fluctuantes de hiperglucemia e hipoglucemia.
Las oscilaciones extremas del nivel de azúcar sanguíneo debido a una diabetes frágil pueden afectar negativamente la calidad de vida y requerir hospitalizaciones frecuentes.
Los síntomas de niveles elevados de azúcar en sangre incluyen los siguientes:
- Fatiga
- Visión borrosa
- Sed excesiva
- Aumento del hambre
- Aumento de orina
- Aliento afrutado
- Náuseas y vómitos
Los síntomas de niveles bajos de azúcar en sangre incluyen los siguientes:
- Confusión
- Falta de energía, fatiga y/o cansancio
- Mareo
- Dolor de cabeza
- Transpiración
- Sentirse tembloroso(a) o ansioso(a)
- Aumento de los latidos del corazón
La diabetes frágil también se caracteriza por un mayor riesgo de cetoacidosis diabética (CAD), en la que se acumulan niveles anormalmente altos de cetonas en la sangre.
La cetoacidosis puede provocar rápidamente un coma diabético e incluso la muerte.
La afección se puede confirmar analizando los niveles de cetonas en la orina.
