La demencia no puede prevenirse, ya que dicha afirmación es solo un mito.
Pese a ello, es importante destacar que ciertos factores pueden reducir el riesgo de que se desarrollen ciertos tipos de demencia o retrasar su aparición.
Por ejemplo, el informe del año 2020 de la Comisión Lancet sobre prevención, intervención y atención de la demencia enumera 12 factores que incrementan el riesgo de esta afección:
- Menos educación
- Hipertensión
- Discapacidad auditiva
- Fumar
- Obesidad
- Depresión
- Inactividad física
- Diabetes
- Bajos niveles de contacto o convivencia social
- Consumo de alcohol
- Lesión cerebral traumática
- Contaminación del aire
Algunos de estos factores son más difíciles de modificar que otros, pero trabajar para cambiar cualquiera de ellos puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar demencia. Los autores del citado informe explican lo siguiente:
«Juntos, los 12 factores de riesgo modificables representan alrededor del 40% de las demencias en todo el mundo, que en consecuencia y en teoría, podrían prevenirse o retrasarse».
No obstante, como lo explica la doctora Nancy Sicotte, neuróloga del Hospital Cedars-Sinai en Los Ángeles, California, «reducir el riesgo requiere comenzar a realizar estos cambios en el estilo de vida desde el principio, sin esperar hasta los 70 años».