Cada kilo de tejido adiposo tiene 800 gramos de grasa y 200 de agua y cada gramo de grasa contiene 9 calorías, entonces un kilo de tejido adiposo tendría 9×800=7200 calorías, así que para perder un kilo de tejido adiposo se tendrian que comer 7200 calorías menos de las que se gastan.
Sin embargo, es más fácil dejar de consumir más calorías de las que se gastan en lugar de tratar de quemar 7 mil 200 calorías para bajar un kilo de peso.
No se recomienda la pérdida de mucho peso en un lapso corto de tiempo ya que con esto el cuerpo estaría activando mecanismos de protección para evitar la pérdida y quedarse sin combustible.
La reducción de las calorías requiere cambios pero no tiene que ser difícil. Estos cambios pueden afectar enormemente la cantidad de calorías que consumes:
- Evitar alimentos de alto contenido calórico y bajo contenido nutricional
- Cambiar alimentos de alto contenido calórico por opciones de menos calorías
- Reducir los tamaños de las porciones
- Comienza de a poco. Al comienzo de una comida, sírvete una cantidad ligeramente menor de lo que crees que comerás. Si aún tienes mucha hambre, come más verduras o frutas.
- Come del plato y no del paquete. Comer directamente del envase te impide saber cuánto estás comiendo. Ver comida en un plato o en un recipiente te mantiene consciente de cuánto comes. Considera usar un plato o un recipiente más pequeños.
- Revisa las etiquetas de los alimentos. Asegúrate de leer la información nutricional para conocer el tamaño de la ración y la cantidad de calorías por ración. Por ejemplo, puedes enterarte de que la bolsa de papas pequeña que comes con el almuerzo todos los días representa dos raciones y no una, lo cual significa el doble de calorías.
- Usa un contador de calorías. Consulta fuentes de confianza que ofrezcan herramientas para contar calorías, como sitios web o aplicaciones para teléfonos inteligentes.
