El mal uso de antibióticos puede derivar en resistencia bacteriana, es decir, que estos medicamentos sean cada vez menos efectivos para tratar enfermedades causadas por estos patógenos.
Seguir las indicaciones del médico tratante y tomar la cantidad del antibiótico a utilizar y durante el lapso de tiempo recomendado tanto en horarios y cantidad de días son las pautas más importantes en un tratamiento con antibióticos.
De no seguir tales indicaciones, los microorganismos causantes de padecimientos como las infecciones “se fortalecen” y serán mucho más difíciles de afrontar.
En el caso de las bacterias, por ejemplo, son organismos inteligentes, tienen la capacidad de crear resistencia cuando el medicamento no se toma ni en la cantidad, ni en el tiempo adecuados. Si se indica un medicamento cada ocho horas y el paciente lo toma cada 24 horas, esto permite a la bacteria generar y compartir con otras tal información que, si llegamos a contagiar a otra persona, a ella llegará la bacteria resistente. Dicho de otro modo, esa otra persona también será resistente al antibiótico, aunque lo utilice bien.
Cómo usar antibióticos de forma segura
