El mal olor de las axilas proviene de hongos activados por la sudoración excesiva, del consumo de tabaco y otros agentes que alteran el olor corporal. Existen varios tratamientos para acabar con el mal olor de las axilas y este debe ser elegido en virtud del estilo de vida de quien padece el mal olor.
El mal olor en las axilas puede aparecer tras realizar ejercicio, el calor o usar ropa demasiado ajustada. Estos son algunos remedios para el tratamiento del mal olor:
Agua oxigenada. Este líquido aplicado en las axilas ayuda a eliminar las bacterias que causan el mal olor y puede funcionar también en los pies. Se aplica en las axilas utilizando un algodón humedecido con agua oxigenada después del baño.
Lechuga. Este tratamiento ayuda a refrescar la zona al tiempo que elimina las bacterias. Para llevarlo a cabo, coloca una hoja de lechuga debajo de las axilas hasta que tome la temperatura ambiente y no enjuagues.
Vinagre. Este tratamiento deberá aplicarse por las noches, dado que su olor puede ser penetrante. Humedece un trozo de algodón con vinagre y aplica en las axilas después del baño, enjuaga por la mañana y lava con jabón antibacteriano.
Limón. El ácido del limón ayuda a eliminar las bacterias. Este remedio puedes aplicarlo durante las noches y para hacerlo necesitas frotar un limón cortado a la mitad debajo de cada brazo, dejar reposar por 15 minutos y luego enjuagar con agua templada. En caso de ardor o irritación enjuaga inmediatamente.
Bicarbonato de sodio. Este ayuda a neutralizar olores. Aplica un poco de bicarbonato de sodio en tus axilas cuando estas estén secas y deja que actúe por la noche. Enjuaga por la mañana con agua tibia y jabón antibacteriano.
Aloe vera. Tiene efectos antitranspirantes, antibacterianas y blaqueantes. Para el remedio debes tomar un un trozo de aloe vera cortado a la mitad y frotarlo en las axilas, deja actuar por unos minutos pero no enjuagues el gel.
Si estos tratamientos no logran acabar con el mal olor, acude a un médico para un tratamiento más eficaz para el problema del mal olor.
En casos extremos, el médico podría recomendar antibióticos tópicos como clindamicina o eritromicina.