Realizar cambios en el estilo de vida puede ayudar a las personas a controlar su asma de manera más eficaz. Las acciones para lograr esto incluyen:
- Dejar de fumar y evitar el humo de segunda mano, para evitar ejercer una presión innecesaria sobre el sistema respiratorio.
- Adoptar una dieta saludable que sea rica en frutas y verduras para ayudar a reducir la inflamación y prevenir los ataques de asma, mientras protege el corazón.
- Usar productos de limpieza más seguros para limitar la exposición a productos químicos tóxicos.
- Trabajar con un médico para desarrollar un régimen de ejercicio seguro que acondicione y fortalezca el cuerpo, y que permita reducir el estrés.
- Reducir el estrés a través de la relajación, la meditación y otras prácticas de autocuidado.
- Mantener un peso moderado, lo que puede facilitar el control de los síntomas.
Los desencadenantes del asma son factores que pueden empeorar los síntomas de la afección o desencadenar un ataque. Las personas con asma deben limitar la exposición a sus desencadenantes o evitarlos por completo, siempre que sea posible. Los desencadenantes comunes incluyen los siguientes:
- Humo de tabaco
- Contaminación del aire de automóviles, camiones, partículas y ozono
- Moho
- Polen
- Alérgenos como ácaros del polvo, cucarachas, roedores, gatos y perros
- Químicos de limpieza
- Algunos medicamentos, como la aspirina
- Influenza u otras infecciones virales del tracto respiratorio superior
- Estrés emocional
Las personas pueden intentar mantener un registro diario de sus actividades, exposición y síntomas de asma para revisarlo posteriormente con su médico. Al usar dicha información, el médico puede recomendar otras maneras de llevar un estilo de vida saludable y controlar el asma.