El botulismo es una afección muy grave y potencialmente mortal que se produce como resultado de una toxina producida, con mayor frecuencia, por la bacteria llamada Clostridium botulinum.
El botulismo transmitido por alimentos es el tipo más común de botulismo. La toxina botulínica puede ingresar a un alimento enlatado a través de una abolladura, una hendidura o un pequeño orificio en la lata y crecer antes del consumo del alimento. Ingerir incluso una pequeña cantidad de dicho alimento contaminado puede tener efectos graves.
Ciertos alimentos corren mayor riesgo que otros, ya que C. botulinum no crece en condiciones muy ácidas. También existe menos riesgo de que las bacterias crezcan en alimentos almacenados a bajas temperaturas o que poseen un alto contenido de sal. Por supuesto, los alimentos que presentan mayor riesgo de botulismo pueden diferir de un país a otro, dependiendo de las prácticas de preparación y almacenamiento de alimentos.
En general, los alimentos enlatados que se preparan en casa sin el uso de métodos de procesamiento seguros corren el mayor riesgo. Asimismo, hay brotes de botulismo relacionados con alimentos enlatados profesional e industrialmente, aunque estos brotes son pocos y espaciados.
De acuerdo con los expertos, los alimentos enlatados caseros más comunes relacionados con el botulismo incluyen los siguientes:
- Espárragos
- Betabel
- Maíz
- Ejotes
- Papas
Si crees haber consumido un alimento contaminado con la bacteria que causa el botulismo, guárdalo en un recipiente con tapa y llévalo a tu equipo de atención médica para una evaluación de laboratorio.