Para que una persona reciba un diagnóstico de trastorno de estrés postraumático, debe cumplir con los criterios establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5).
De acuerdo con estas pautas, la persona debe:
- Experimentar exposición a la muerte o una amenaza de muerte personal, una lesión grave o violencia física, ya sea directamente, como testigo, que le haya ocurrido a un ser querido o durante los deberes profesionales.
- Experimentar lo siguiente durante más de 1 mes:
- Uno o más síntomas de intrusión
- Uno o más síntomas de evitación
- Dos o más síntomas que afectan el estado de ánimo y el pensamiento
- Dos o más síntomas de excitación y reactividad que comenzaron después del trauma
A continuación te mencionamos algunos ejemplos de estos 4 tipos de síntomas:
1. Síntomas de intrusión:
- Pesadillas
- Flashbacks y una sensación de que el evento está sucediendo nuevamente
- Pensamientos temerosos
2. Síntomas de evitación:
- Negarse a hablar del evento
- Evitar situaciones que recuerden el evento a la persona
3. Síntomas que afectan el estado de ánimo y los pensamientos:
- Incapacidad para recordar algunos aspectos del evento
- Sentimientos de culpa
- Sentirse desapegado(a) y distanciado(a) de los demás, así como emocional y mentalmente entumecido(a)
- Sentir poco interés por la vida
- Dificultad para concentrarse
- Problemas de salud mental, como depresión, fobias y ansiedad
4. Síntomas de excitación y reactividad:
- Dificultad para dormir
- Irritabilidad y arrebatos de ira
- Hipersensibilidad a posibles peligros
- Sentir tensión y ansiedad
Sumado a ello, dichos síntomas deben causar a la persona angustia o dificultad para afrontar el trabajo o las relaciones, y no deben deberse al uso de medicamentos u otras sustancias ni a otra condición de salud.