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Conoce el truco para limpiar tu lavadora y que tu ropa quede como nueva

Es necesario realizar un mantenimiento de tu lavadora para que tus prendas queden como nuevas.

No es novedad alguna decir que la lavadora es, por lejos, uno de los mejores electrodomésticos que tenemos en casa. Es que nos ayuda a lavar todo tipo de prendas, dejando así nuestra ropa impecable. Sin embargo, con el uso frecuente y la falta de mantenimiento y limpieza puede que el resultado comience a verse afectado y, en consecuencia, todo lo que introducimos salga percudido.

Esto sucede porque el electrodoméstico cuenta con un botón de desagüe, el cual debe ser limpiado y mantenido, al menos, cuatro veces al año, dependiendo del uso que le damos a la lavadora. Es por ello que hoy te enseñaremos a hacer su respectiva limpieza para que luego las prendas no se vean afectadas.

¿Cómo limpiar la lavadora?
El botón de desagüe es una de las partes más importantes de la lavadora, ya que se utiliza para drenar el agua residual después de un ciclo de lavado y para detener el ciclo de lavado (si es necesario). Si necesitas limpiar el desagüe, lo primero que debes hacer es desenchufar el artefacto para evitar cualquier riesgo de electrocución. Luego, debes acceder a su área de mantenimiento, que puede estar en la parte trasera o inferior. El botón de desagüe estará tapado con una placa de metal para disimularlo, ya que no es algo que vayas a utilizar todos los días.

El siguiente paso será colocar un trapo debajo de la lavadora para recoger cualquier resto de agua que pueda salir. A continuación, tendrás que destapar la bomba de la lavadora y comprobar si hay algún objeto atascado (pañuelos, calcetines o trabas del cabello). Busca también el filtro de drenaje y quita el tapón para limpiarlo con agua caliente y un cepillo.

La limpieza del desagüe debe ser con cuidado, retirando la suciedad acumulada con un cepillo o un paño. Una vez terminada la tarea, colocaremos el tapón de desagüe de la lavadora y la placa protectora. Esta actividad debemos hacerla esporádicamente, dependiendo el uso que le damos, para evitar que la suciedad acumulada vuelva al tambor y repercuta en la ropa.