¿Han regresado los 2000? Si hablamos de moda, maquillaje y peluquería, la respuesta es sí. ¿Volveremos a maquillarnos los labios con el mismo tono que nuestra base? Aunque TikTok se empeña en que así sea, el truco del corrector en los labios no hace referencia a aquella tendencia Y2K, sino al poder sublimador de una prebase natural como sustituta de otros cosméticos con esa finalidad.
La constante búsqueda de volumen y perfección ha llevado a los seguidores de redes sociales a desarrollar todo tipo de técnicas para modificar la forma y volumen de los labios, en muchas ocasiones utilizando técnicas profesionales mezcladas con nuevos ingenios, un tanto cuestionables. Es aquí donde entra en el juego el uso del corrector como alternativa a la prebase de maquillaje. El simple hecho de compartir tono con el resto del rostro hace que el labio juegue a desaparecer, haciendo más sencillo modificar su forma; sin embargo, este es solo uno de sus usos. La cantidad de corrector, su textura, su tono y la zona en la que se aplique arroja unos u otros resultados.
Usos labiales del corrector
Potencia la intensidad del color. Aplicar un corrector del mismo tono que la piel, e incluso la misma base de maquillaje, sobre los contornos del labio y posteriormente difuminarlo, crea una película homogénea sobre la que el color del labial que se aplique posteriormente se ve realzado. Es como crear un lienzo sobre el que colorear. Conviene recordar que la piel de los labios es mucho más fina y carece de glándulas sebáceas, por lo que correctores y bases de maquillaje la resecarían demasiado, cuarteando el color. El truco está en hidratar primero, corregir después y aplicar el labial para sellar un color potente.
Prolonga la duración de labial. Al convertirse en prebase, el corrector funciona exactamente igual, mejora la adherencia de la barra de labios que queda sellada sobre una base homogénea, evitando que el labial se cuartee.
Pulir y perfilar. La tendencia actual perfila en un tono más oscuro pero el resultado puede ser algo artificial al crear un contraste demasiado marcado entre labio y piel. Si se maquilla el labio de la forma tradicional, con un pincel con labial o incluso con un lápiz de labios del mismo color que el labial, con un pincel plano con algo de corrector se puede perfilar a la inversa, limpiando el borde y creando una sensación de labio perfecto. Con este truco también se puede modificar la forma del labio para eliminar el arco de Cupido o corregir las posibles desigualdades entre un lado u otro.
