Para aplicar los polvos bronceadores y obtener un resultado natural, hay ciertas pautas que se deben seguir. ¿Conoces estos trucos de maquillaje?
Por fin ha salido el sol y el calor parece que empieza también a hacerse notar. La primavera es más que oficial, lo que significa que el buen tiempo es realidad y que empieza apetecer sentirse bronceada para corresponder a los rayos del sol y a las nuevas tendencias que ocupan nuestros armarios. Pero el invierno ha hecho que nuestra piel se vea pálida, por lo que hay que echar mano del maquillaje y demás pequeños trucos. Entre ellos, los polvos bronceadores.
Los polvos bronceadores crean efecto buena cara al instante, contornean el rostro y nos regalan un par de tonos más cuando más los necesitamos. Pero cuidado con ellos porque tan pronto pueden ser nuestro as en la manga como aquello que arruine nuestro maquillaje. Y es que, a quién no le ha pasado alguna vez que se ha visto naranja, a parches o demasiado moreno después de aplicar este producto. Porque el truco en realidad está en saber cómo usarlos.
¿Qué tipo de polvos bronceadores existen?
Hay diferentes acabados de polvos bronceadores: satinados, con efecto glow o mate. Este es el primer paso que se debe dar. Elegir qué tipo de acabado se quiere. «Para un look más natural lo mejor es un acabado satinado que logre una piel luminosa y jugosa», señalan maquilladoras, pero, «si tienes una piel seca o apagada evita los polvos mate».
¿Cómo escoger la brocha adecuada?
Al igual que sucede con los polvos –o con cualquier otro producto cosmético–, no todos los productos son aptos para cualquier tipo de piel. Es por ello que, en lo que respecta a las brochas, no todas las brochas de maquillaje valen para extender los polvos bronceadores: «Elige una brocha que sea suelta para difuminar bien el producto y que no quede efecto máscara», recomienda la experta. Entre las brochas que mayor demanda tienen en el mercado actual podemos encontrar las siguientes: la brocha para extender la base, para aplicar una base más pulida, la que se emplea para el rubor, para extender los polvos, la brocha para el contouring, la que se emplea para el bronzer y por último, la brocha con la que aplicar los polvos iluminadores. Por tanto, es fundamental investigar y escoger una brocha cuyo acabado sea natural.
¿Cómo se aplican los polvos bronceadores?
«La forma más básica de aplicarlos es como si te dibujaras un 3 en la cara. Coge un poco de producto y empieza aplicándolo en el lateral de la frente casi con el nacimiento del pelo. Después, bajas hasta el pómulo, ligeramente por encima del hueso y bajas de nuevo, justo hasta debajo de la mandíbula: ese sería el 3 perfecto», señala la experta. Esta técnica es una de las más empleadas entre las mujeres y los make up artist ya que al marcar el contorno y los tres puntos clave, se consigue que los resultados sean óptimos además de un efecto natural.