Se acabó el frotar. De ahora en adelante, si quieres una piel impoluta, deja que las micelas hagan el trabajo. Atenta a las últimas novedades.
Has oído mil veces el concepto agua micelar. Sabes que sirve para limpiar la piel y para desmaquillarla cuando es necesario. Abundando en detalles, puedes adivinar que es un cosmético que se llama así porque contiene micelas, sí.
¿Qué es la micela?
Una micela es una estructura química en forma de bola diminuta capaz de atraer como un imán la suciedad y grasa de la piel y dejarlas atrapadas en su interior. No obstante, es también necesario comprender lo que es un tensioactivo: son sustancias que forman parte de los cosméticos para la limpieza de la piel y se caracterizan por su capacidad de arrastrar las impurezas de la piel.
Las aguas micelares utilizan tensoactivos con dos partes: una hidrófila (compatible con el agua) y otro lipófila (compatible con los lípidos o grasas), dos afinidades opuestas que, al unirse, forman una unión molecular en micelas. Estas uniones moleculares son las más pequeñas que pueden existir en un líquido y poseen un alto poder de arrastre sobre todas las impurezas compuestas tanto por agua como por grasa: maquillaje, piel muerta, contaminación… Por último, cabe destacar que su tamaño y estructura hacen que no puedan ser absorbidas por nuestra piel, quedándose en la superficie y eliminando así los riesgos de alergias.
¿Qué fórmulas con micelas existen?
La fórmula micelar hasta no hace mucho sólo era posible en texturas acuosas o muy fluídas. La novedad es formularla en leche, gel o aceite. «Todo se basa en la malla dinámica de la textura, que es reotransformable y hace que la textura de la leche y el gel (inicialmente densa) se fluidifique. Esto es interesante por dos motivos:
Primero, porque reduce la fricción durante la aplicación, lo cual beneficia a las pieles sensibles y delicadas.
Segundo, porque la textura se hace muy fluida y las micelas que inicialmente estaban congeladas en la leche y en el gel se hacen móviles, por lo tanto, activas», explica Madie Fanguin, Galenista de los Laboratorios Dermatológicos A-Derma. De ahí la gran ventaja de esta innovación: que no todas las pieles agradecen el agua. Por ejemplo, las pieles secas lo ideal es limpiarlas con un producto de base grasa.
¿Cómo se aplica la micela sobre la piel?
Moja un algodón, apóyalo sobre la piel para que las micelas puedan actuar, y retíralo sin frotar con la suciedad impregnada. Ningún desmaquillante de tecnología micelar precisa de aclarado.
