Conoce qué tipos de piel existen, qué características tienen y ¡cómo cuidarlas! Con esta guía vas a aprender a conocer cuál es tu tipo de piel.
Para pieles normales a grasas, apto para piel normal, matificante, hidratante, para pieles normales a secas, y mil variaciones más. Pocos productos de maquillaje y cuidado facial son “talle único” y, sin embargo, no todos los usuarios de los mismos están al tanto de a qué biotipo cutáneo (o, en criollo, qué tipo de piel) su cutis pertenece.
Ante la eterna búsqueda de más ventas por parte de las empresas, los productos vienen cada vez con más subdivisiones entre sí, y donde antes había una línea de base por marca, ahora tal vez haya cuatro o cinco. Como usuarias puede parecernos un montón, pero si aprendemos qué buscar y cómo elegir, podremos sacarle más provecho a lo que ya tenemos y a lo que compraremos en el futuro.
Por dónde debemos empezar
El primer paso deberá ser identificar el tipo de piel propio, ya que eso modificará cuáles son los productos ideales para cada una. El tipo de piel es fácil de identificar si una sabe dónde buscar. Los más comunes son piel normal, seca, mixta, grasa, sensible y madura. Mediante la observación de las características del cutis es posible hacer un análisis bastante acertado que nos servirá como punto de partida.
Piel grasa
Se caracteriza por exceso de brillo y poros dilatados. Para cuidarla, es importante hidratar la piel con productos livianos sin agentes oclusivos (es decir, que puedan tapar los poros) y mantenerla limpia usando geles de limpieza. A la hora de elegir maquillaje, puede dar buenos resultados esquivar productos faciales pesados, con texturas en crema densas y optar por líquidos aptos para pieles grasas y polvos matificantes.
Piel seca
Es una piel tirante, que puede presentar irritación o escamación y hasta pequeñas arrugas causadas por la falta de hidratación. En este caso es importante el uso de cremas que permitan sellar la humedad en el rostro y evitar productos que tengan irritantes como fragancias. En lo que respecta al maquillaje, los productos en crema y líquidos son los aliados.
Piel mixta
Suele ser la más común, y entran en esta categoría los cutis que presentan características de más de un biotipo. Las pieles mixtas suelen tener exceso de oleosidad en la zona T, mientras otras áreas del rostro pueden presentar tendencia a la sequedad o una piel normal. Para este tipo de piel la clave es el equilibrio, y las necesidades de la misma pueden variar de acuerdo a la época del año. Una vez que se tiene más experiencia, es posible aplicar productos por área afectada, aislando las áreas problemáticas sin afectar el resto del rostro.
Piel sensible
Esta responde negativamente a factores externos: es una piel que se irrita con facilidad, que puede presentar rojeces o hasta brotes. Estas pieles también deben mantenerse alejada de las fragancias e ingredientes irritantes como el alcohol. Asimismo, los productos con características calmantes o anti inflamatorias pueden ser de mucha ayuda.
Piel madura
Se caracteriza por un aumento en la opacidad del rostro y una pérdida de la elasticidad del cutis. El envejecimiento es un proceso natural, pero si así lo desea la usuaria, hay opciones en el mercado equipados para fomentar la renovación celular, proteger de daño futuros y aumentar la presencia de colágeno en la piel.
Piel normal
Este biotipo cutáneo se caracteriza por no presentar mayores características, y por no presentar los síntomas con los que sí cuentan los anteriores. Una piel normal no se irrita con facilidad, no presenta resequedad ni gran cantidad de oleosidad. Las personas con este tipo de cutis pueden experimentar con un amplio abanico de productos. Si bien esta guía no debe reemplazar el consejo y diagnóstico de un profesional, puede servir como orientadora a usuarias que se encuentren un poco perdidas en el mundo de la belleza, que suele resultar abrumador. No olvidemos que, después de todo, la piel es un órgano más y merece ser cuidado y atendido como tal.