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Las verdaderas razones por las que tu cabello ha dejado de crecer

Un cabello largo y radiante a veces podría parecer un completo reto y aunque en ocasiones podremos decir que simplemente no nos tocó la suerte de Rapunzel para hacerlo crecer tanto como quisiéramos, lo cierto es que existen múltiples factores que podrían ser las verdaderas razones por las que tu cabello ha dejado de crecer.

No consumes los nutrientes adecuados

Una mala alimentación podría ser la principal causante de que tu cabello no se encuentre creciendo adecuadamente. Lo ideal es que consumas una dieta balanceada que te aporte mayores niveles de colágeno, queratina y vitaminas A, C, B12 y D3; que son los nutrientes que necesitas para lucir una melena más larga y radiante.

Tu cabello es muy delgado

El cabello delgado resulta ser más sensible ante el daño que cualquier otro tipo de melenas, por lo que tiende a requerir de mayores cuidados para hacerlo crecer, sin embargo no es para nada difícil si les das el tratamiento adecuado.

Lo ideal es que te centres en llevar una rutina de cabello que promueva el fortalecimiento capilar además de protegerlo constantemente cada vez que vayas a lavarlo o estilizarlo.

Vives con demasiado estrés

Aunque no lo creas, el estrés también puede afectar el crecimiento de tu cabello, esto se debe a que altera las etapas normales de crecimiento, haciéndolas más lentas o incluso interrumpiéndolas por completo.

Por otro lado, los dermatólogos aseguran que el estrés puede generar dermatitis, la cual irrita el cuero cabelludo haciendo que los folículos se inflamen, impidiendo que el cabello crezca de manera normal.

Tu cabello está muy debilitado

La aplicación excesiva de calor, una constante coloración (o decoloración) y la falta de cuidado cuando lavas y cepillas tu cabello; pueden ser los principales responsables de que tengas un cabello debilitado y por ende, quebradizo.

Sucede que aunque los procesos de crecimiento no se han visto enteramente afectados, no alcanzas a ver un crecimiento notorio, pues lo poco que llega a crecer lo pierdes cada vez que se quiebra a consecuencia de las malas rutinas.