Sirve de defensa interna y externa mejorando el rendimiento pero también hidratando la piel, aumentando su luminosidad o fortaleciendo su barrera, entre otras.
Por todos es sabido a estas alturas que la jalea real es uno de esos imprescindibles de la vida en general y es que es uno de los ingredientes con más propiedades que existen. Desde hace tiempo se usa para revitalizarnos, sobre todo cuando llega el otoño y nos sentimos más bajos de energía, pues mejora el rendimiento físico y mental, y además, en las temporadas de frío sirve de gran ayuda porque protege de las infecciones y resfriados al aumentar las defensas del organismo.
Pero sus beneficios para el cuerpo no terminan aquí. Si para el interior del organismo tiene tantas propiedades, muchas más son las que tiene para la piel.
¿POR QUÉ USAR JALEA REAL EN LA PIEL?
Especialmente, deberíamos usarla durante los meses de otoño e invierno –donde también habría que cuidar la piel para protegerla del frío–. Estas temporadas solemos pasarlas en las ciudades y la contaminación que hay en ellas puede ser tan nociva para la piel como la radiación del sol en verano. Pero, además, a la polución hay que sumarle el estrés que alcanzamos en otoño.
Como solución a esto, los expertos proponen la jalea real, porque tiene beneficios para la piel en todos los niveles, y es que la reestructura completamente. Lo más importante es que pone orden en el comportamiento celular restableciendo las funciones primordiales, es decir, la reequilibra. Hidrata la piel de forma eficaz, dejándola suave y más flexible, porque rellena desde el interior tonificando la piel y dejándola tersa. Combate la contaminación bloqueándola, por lo que no daña la piel; aumenta la luminosidad y deja la piel jugosa. Lo más importante es que fortalece la barrera cutánea y aumenta su resistencia. Su debilitamiento es el primer signo de estrés en la piel, así que aumenta las defensas de esta.
