Mantener un rostro perfecto con el paso de los años no es fácil, ahí es donde influyen tanto nuestros hábitos diarios como múltiples los factores externos.
Con el paso de los años, el cuidado de la piel se convierte en uno de nuestros grandes quebraderos de cabeza. Mantener el rostro firme, terso, sin arrugas e imperfecciones más allá de la década de los treinta no es sencillo, son múltiples factores, más allá de la genética, los que influyen en este proceso. La suma de todos ellos se conoce como exposoma, un término que surgió en 2005 y que actualmente centra millones de estudios en todo el mundo. Pero, ¿sabemos de verdad de qué se trata? ¿Por qué es tan importante para nuestra piel?
El término «exposoma» viene de expo-sición y lo podríamos definir, según explica la Dra. Ana Molina, dermatóloga en el Hospital Fundación Jiménez Díaz y profesora de Dermatología en la Universidad Autónoma de Madrid, «como el conjunto total de los múltiples factores de exposición que llenan la vida de una persona desde su nacimiento».
Según los últimos estudios entorno al exposoma se ha confirmado que es el responsable de múltiples enfermedades crónicas y «gran causante del envejecimiento de la piel» como bien reflexiona la doctora, de ahí que cada vez cobre más importancia en temas de belleza.
Cuáles son los principales factores que influyen en el exposoma
A la hora de hablar de este novedoso concepto, al menos para gran parte de la población, debemos hacer mención a siete factores, así lo determinan la propia Dra. Molina de la mano de los expertos de Cantabria Labs: la radiación solar (incluyendo la luz ultravioleta), la polución, el tabaquismo, la nutrición, el estrés, la temperatura y la falta de sueño.
Cómo afectan al envejecimiento de la piel
«Todos los estudios dan mayor importancia a la radiación solar. Parece que por fin está calando en la población, aunque para muchos sigue estando de moda ponerse moreno. Pero si tuviese que elegir solo un factor sería la polución. Cada vez aumenta más, está descontrolada y es tan reciente que de momento no ha calado en la población general, queda camino por hacer.», asegura la experta que no duda en hacer hincapié en este término y en su «estrecha relación con la pigmentación de la piel y la formación de arrugas porque estimula las metaloproteinasas, que provocan una degradación del colágeno». Además resalta que estas partículas contaminantes también pueden afectar al cuero cabelludo, en concreto a la alopecia.
Más allá de la alimentación, clave en cualquier aspecto de la piel, o de la importancia del sueño, Molina pone el foco en el tabaquismo, tantas veces asociado a problemas de salud pero olvidado en términos de envejecimiento de la pie. «Se sabe que el humo de un solo cigarrillo contiene más de 3.000 sustancias contaminantes. Estas partículas nocivas para la salud se relacionan con la pérdida de luminosidad y arrugas y manchas alrededor de la boca», apunta la doctora. «Diez años de tabaquismo se perciben en nuestra piel como dos años y medio más de envejecimiento», señala.