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De Meghan a Penélope, cómo cuidar una piel con pecas

Las pecas se han convertido en un reclamo estético. Miles de tutoriales sobre cómo crearlas con ayuda de maquillaje o incluso henna inundan las distintas plataformas digitales. Para comprender el boom por las pecas, es inevitable hablar de iconos de fama mundial como Penélope Cruz, Gisele Bündchen, Emma Watson o Meghan Markle, que lejos de cubrirlas con capas de maquillaje como se hacía hasta hace unos años, han mostrado sus pecas al natural y realzando su belleza.

La percepción de las pecas no siempre ha sido la misma. En su primer libro infantil, ‘A face without freckles is a night without stars’ (‘Un rostro sin pecas es una noche sin estrellas’ en inglés), Meghan Markle explicaba cómo fue su infancia, teniendo la piel repleta de pecas. Aunque se trataba de un trabajo escolar que realizó cuando estaba en octavo grado, Meghan escribió el relato partiendo de la importancia de amar tus particularidades y llegó incluso a registrar el cuento en la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos. El diario británico ‘Daily Mail’ resaltaba frases como “algunas personas piensan que las pecas son extrañas, pero yo no estoy de acuerdo, porque si no tuviera pecas, ¡entonces no sería realmente yo!». Recientemente, Meghan retomaba su labor como escritora y publicaba un libro infantil con Harry y Archie como protagonistas.

¿Por qué tenemos pecas?
Las pecas son en realidad diminutas acumulaciones de melanina (encargada de aportar color a la piel) que surgen cuando el pigmento se distribuye de forma irregular. Por norma, suelen ser más habituales en personas con un fototipo I o II, es decir, aquellas con la piel muy clara y que no se broncean con tanta facilidad como otras, pero también las podemos encontrar en pieles más oscuras. Cuando comienza la exposición solar, las pecas surgen de una forma más marcada, generando la sensación de un bronceado no uniforme, explican los expertos de Nivea, que recalcan también que la piel más sensible o que ha estado expuesta a esta radiación durante varios años es más dada a la aparición de las pecas.