Existen muchas técnicas para diseñarlas, pero cuando simplemente queremos mejorar su aspecto natural, conocer los pasos básicos nos puede salvar.
Las cejas han ido cobrando cada vez más protagonismo dentro del rostro. Su papel clave nos ha permitido darnos cuenta de que son el marco de la mirada y un diseño adecuado puede hacer mucho por nuestro óvalo facial. Más allá de tendencias como las cejas laminadas, el microblading o la micropigmentación, hay quien no se quiere complicar y, simplemente, desea mejorar con maquillaje el aspecto de su ceja natural. Para ello es fundamental conocer algunos pasos básicos y sencillos de maquillaje, pero no es necesario ser un experto.
En primer lugar es muy importante la elección de los productos que vamos a utilizar, hay que tener en cuenta el color de los mismos y su forma de aplicación. En cuanto al tono, hay que escoger el más parecido a nuestro pelo natural. En todo caso, procura que esté en sintonía con tu colorimetría, es decir, si eres una persona frío, tu pelo será ceniza y tendrás que buscar colores que tiendan al gris. Por el contrario, si eres de piel cálida, tu pelo será más dorado y esa será la tonalidad que tengas que buscar en los productos.
En cuanto al modo de aplicación, el auge del maquillaje de cejas ha propiciando que las marcas lancen al mercado todo tipo de lápices, cepillos y pomadas para mejorar su aspecto. Esto posibilita que cada una elijamos aquella herramienta que mejor manejamos, de forma que ahorraremos tiempo a la hora de maquillar las cejas en el día a día.
Una vez que sabemos esto, comenzamos a redibujar las cejas paso a paso. Si lo que queremos es un resultado natural, no debemos trazar ninguna línea fuera de la forma natural de la ceja. Si te resulta más fácil puedes trazar con un lápiz blanco esta forma que debemos respetar. Después con una pinza elimina solo los pelitos que salgan de ahí. Ahora desmaquilla la línea blanca.
Cómo maquillar las cejas
Con la ceja depilada -aquí tienes instrucciones para hacerlo en casa-, péinala para observar la dirección del pelo. Ahora con un lápiz de mina muy fina dibuja una línea sobre el contorno de la ceja sin salirte. Si notas que tu ceja se empobrece en la zona de la cola, puedes alargarla ligeramente con trazos cortos. Una vez tenemos dibujado este contorno, toca rellenar. Para obtener un resultado natural, lo haremos con un rotulador con la punta muy fina, para poder ir dibujando pequeños pelitos entre los nuestros.
Si existen zonas especialmente despobladas, o calvitas localizadas podemos insistir con el propio rotulador, o tener otro producto especialmente para estas zonas que requieren una dedicación especial. Los polvos compactos o pomadas se aplican con una pequeña brocha que proporciona la suficiente precisión para depositar el producto en este espacio tan pequeño. Este tipo de producto en vez de hacer un trabajo detallado, como el rotulador, crea una sombra para reproducir un efecto de una ceja más rellena. También lo podemos utilizar cuando no existe empobrecimiento si queremos dar más volumen y más presencia a la ceja para conseguir ese efecto microshading, tan en tendencia.
Otro consejo importante para conservar la naturalidad es ir pasando un cepillo limpio, a medida que se aplica el producto. De esta forma nos aseguraremos de retirar el exceso e iremos controlando el resultado. Cuando ya la tenemos justo como queremos, solo nos queda aplicar un poco de fijador transparente, para que el resultado quede intacto durante horas.