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Cómo hacer la manicura francesa en casa como si fueras un profesional

Con esta técnica obtendrás un resultado apto para aquellas ocasiones en las que no te da tiempo a pedir cita en el salón de belleza.

Si muchas de nosotras tuviéramos que escoger una manicura para lucirla permanentemente, seguramente nos decantaríamos por la manicura francesa. La razón es que este diseño es versátil y se adapta a todo tipo de estilismos y ocasiones por su naturaleza neutral. Si bien en primer lugar se nos irían los ojos hacia colores y diseños más llamativos, como las uñas de terciopelo, la manicura francesa es el comodín perfecto para cualquier circunstancia. Por esto, merece la pena aprender a realizarla en casa.

Este diseño se popularizó en los años 20 y se trata de aplicar una capa en un tono natural -rosa o beis- y decorar la punta con una fina línea blanca. Este último detalle concentra toda la complicación del diseño y es lo que hace que muchas de nosotras confiemos este trabajo a las profesionales de los salones de manicuras. Lo primero que tenemos que saber si queremos intentarlo en casa es que hay que perder el miedo y ser conscientes de que con la práctica se puede lograr.

Cómo hacer la manicura francesa
Como en cualquier otra manicura, los pasos previos a aplicar el color son fundamentales. Lo primero es decidir la forma de la uña. Aunque en la actualidad podemos encontrar manicuras francesas aplicadas incluso a uñas stiletto, la forma más tradicional para este diseño es la cuadrada. Además, en este primer paso debes cerciorarte de que retiras los restos de esmalte de la manicura anterior y cualquier resto de suciedad.

Cada detalle es importante y marcará la diferencia entre una manicura de aspecto profesional y una aproximación. Cuando tengas la forma de la uña, toca pulir la superficie. Este paso ayudará a que el esmalte quede más uniforme y se mantenga por más teimpo sobre la uña. El secreto es escoger un pulidor de grano alto y centrarse en la zona que rodea la cutícula.

Llega la hora de aplicar el color. Necesitarás un tono neutro, ya sea rosa o beis, para la base de la uña y uno blanco, para la línea blanca. Para aplicar el color de la base debes control la cantidad de esmalte y poner capas muy finas. En función de la opacidad del esmalte puedes poner hasta tres capas.

Para realizar la línea blanca, el paso más complicado de esta manicura, hay diferentes métodos. Los profesionales lo hacen a mano alzada, pero también puedes poner un trozo de celo sobre la uña -cuando esté seco el esmalte de al base- o ayudarte de una esponja de maquillaje. Sobre esta herramientas puedes poner un poco de esmalte blanco y hundir levemente la uña para crear la línea.