Son dos de las preocupaciones más comunes que tratamos de combatir con tratamientos estéticos.
Una de las primeras líneas que se comienzan a marcar en el rostro, es la línea que une la nariz y la boca. Se llama surco nasogeniano y se hace más evidente cuando la piel va perdiendo firmeza y elasticidad. Estas líneas cobran un gran protagonismo en el rostro y están socialmente asociadas al envejecimiento, por lo que su apreciación supone una gran preocupación estética para muchas mujeres. Ante esto, la industria de la estética pone a nuestra disposición diferentes maneras de hacerle frente, desde tratamientos innovadores en cabina a productos que contienen fórmulas específicas para combatirlas.
En lo que respecta a las arrugas del surco nasogeniano, habitualmente éstas se empiezan a formar a edades muy tempranas, sin embargo, durante las primeras etapas éstas solo se pueden apreciar cuando las marcamos, es decir, cuando sonreimos. Es más adelante cuando estas se marcan de forma permanente, aunque cabe destacar que no se aprecian de la misma forma en todas las personas. Y es que los factores que dan lugar a la aparición de estas son, por lo general, de componente genético, pero también influye la acción de la gravedad o el hábito de gesticulación de cada persona.
Los expertos coinciden en que el mejor tratamiento para hacer desaparecer estas arruguitas cuando nos preocupan son las infiltraciones faciales de ácido hialurónico o de hidroxiapatita cálcica –un activo que proporciona efecto corrector inmediato y que logra resultados naturales y suaves–. No obstante, será el profesional en una evaluación previa en consulta el que decida qué componente se inyecta en cada caso y este dependerá de los factores externo e internos vistos anteriormente y su aplicación a cada caso clínico. Sus efectos son prácticamente inmediatos y la duración de los mismos, dependiendo de la persona está entre los 8 y los 13 meses y su precio ronda los 450 euros la sesión. Además de estas arrugas el relleno con ácido hialurónico es también el tratamiento más adecuado para tratar las arrugas peribucales, ya que además de hidratar la piel en profundidad, rellena la piel logrando que ésta se vea más tersa y revitalizada.
Alternativas sin agujas
Sin embargo, si no quieres tratar este problema a través de inyecciones también existen alternativas. Una de estas es el HIFU, un tratamiento que se realiza a través de ondas de ultrasonido focalizadas en este área concreta y tiene como objetivo la estimulación del tejido celular subcutáneo, para la formación de sus propias proteínas. De esta forma se cera una malla de tejido de sostén de material completamente orgánico. Pero esta técnica no solo se puede usar para corregir (o difuminar) las arrugas una vez aparecen, también se aplica de manera preventiva, ya que estimula la piel formando proteínas de alto valor biológico.
Cómo se pueden prevenir
Pero cuando todavía nos encontramos a tiempo de prevenir la aparición de las arrugas en zonas como la nariz y boca, también se puede aplicar el tratamiento llamado protocolo de skinboosters, que se realiza sobretodo en personas de entre los 25 y los 35 años, siempre dependiendo de la situación de cada paciente. Se trata de un procedimiento que se encarga principalmente de recomponer la piel a través de varias sesiones que garantizan un efecto a largo plazo siendo constante con las citas en la clínica. De la misma forma que en los tratamientos anteriores es posible apreciar el resultado del tratamiento de forma inmediata, siendo por tanto una opción adecuada si no queremos someter la piel a otros tratamientos o si aun las líneas de expresión y arrugas no son del todo visibles.
