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Clindamicina, la última en unirse a la lucha contra el acné

Al ácido salicílico y al ácido azeláico le ha surgido un nuevo aliado. Y es que nada está de más cuando se trata de luchar contra el acné. Estos incómodos granitos se convierten en una lucha de por vida para muchas personas, llegando a provocar problemas hasta de autoestima. Si ya es probado todas las soluciones del mercado: los sueros con ácido glicólico, los tónicos con ácido salicílico, las exfoliaciones con ácido mandélico, los bálsamos calmantes para las cicatrices y aun así los granos ganan la batalla tenemos que presentarte un arma de destrucción masiva.

Y es que si se trata de un brote que persiste lo mejor que puedes hacer es ir al dermatólogo, pues este especialista es el único que puede pautarte tratamientos con mayores concentraciones de activos y por tanto, mucho más eficaces. Es el caso de la clindamicina, un tratamiento con receta médica aconsejado para cuadros de acné persistente.

Antes de acudir a consulta puedes informarte bien de todo lo que tiene que ver con este activo que parece ser la panacea. La clindamicina tiene como principal objetivo disminuir las bacterias que provocan el acné, por lo que se ataca la raíz del problema y de esta forma los resultados se ven de una forma mucho más rápida. Esta disponible en diversas formulaciones para adaptarse a las distintas características de cada piel y es apto para ser usado incluso en pieles sensibles. Las fórmulas en gel están más indicadas para personas con piel grasa, mientras que las personas con piel seca se sentirán más cómodas usando lociones. No obstante sí que hay una contraindicación importante para este tratamiento: cualquier persona con colitis ulcerosa o colitis por Clostridium difficile o enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Chron, debe hablar con su gastroenterólogo antes de someterse al tratamiento para el acné.

Una vez que hayas descartado todos estos inconvenientes debes saber que este activo puede usarse hasta dos veces por día, no obstante deberás seguir las pautas marcadas por tu dermatólogo, ya que habrá tenido en cuenta las peculiaridades de tu piel. La clindamicina es un activo que funciona bien con Retin-a, una forma de retinoide que tienen propiedades antienvejecimiento y con peróxido de benzoilo. Sin embargo, se debe evitar combinarlo con eritromicina, otro medicamento que se usa para tratar infecciones bacterianas.

La clindamicina necesita receta médica porque está catalogada como medicamento, de hecho se usa para tratar varios tipos de infecciones, que pueden afectar al conjunto del cuerpo, no necesariamente, solo a a la cara. Pero es cierto que su uso se centra en tratar infecciones de la piel por su potencia para atacar las bacterias que ensucian la misma y producen las infecciones. Para todas estas aplicaciones se suele administrar por vía oral, sin embargo para el tratamiento del acné se hace por vía tópica.

También es importante saber que debes ser moderado con las expectativas que pongas en el tratamiento ya que se suele pautar a modo de prueba, ya que existen distintos tipos de acné y es imposible saber cómo responderá cada piel a este medicamento. A veces, el acné puede ser hormonal, lo que significa que no responderá bien a la clindamicina.