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Cabello frágil: ¿y si el problema no fuera tu pelo?

Un consejo, deja de prestarle tanta atención a tus puntas. Que el cabello esté y se vea frágil puede ser motivo de muchas otras causas que quizás desconocías. Toma nota.

Pelo quebradizo, falta de volumen, aspecto debilitado… Sabemos que a la gran mayoría esto os sonará. Es más, probablemente lo estéis sufriendo en primera persona, especialmente si con el cambio de estación habéis perdido un buen puñado de cabellos. Pero antes de culpar a los dioses o fabular que es cosa de karma, ¿te has parado a pensar si le estás prestando la atención adecuada? No, no todos los dramas capilares se solucionan con una dosis extra de mascarilla.

El cuero cabelludo es una de las zonas del cuerpo que generalmente pasamos por alto, a pesar de la importante función que desempeña en el crecimiento de un pelo sano. Así lo confirma el Doctor Miguel Sánchez Viera, Director del Instituto de Dermatología Integral y experto en “arreglar” todas esas complicaciones capilares que nos llevan a suspirar frente al espejo.

¿POR DÓNDE EMPIEZO?
Lo primero será hacer las paces con tu cuero cabelludo y disculparte por la poca atención que le has prestado en los últimos años. Lo segundo, identificar las señales. ¿Escuece, duele, pica, irrita y, en algunos casos, presenta caspa? Entonces, tal y como explica Sánchez Viera, probablemente tengas el cuero cabelludo sensible. La contaminación, la sequedad del ambiente, el frío, el calor, el uso de productos agresivos para el cabello, el estrés y, en ocasiones, las enfermedades dermatológicas son los grandes responsables.

Sin embargo, esta no es la única complicación capilar a la que hacemos frente. La caspa (que también puede ser originada por un hongo), el exceso de grasa y la dermatitis seborreica (aparece en zonas donde existe un aumento de la producción de sebo como el cuero cabelludo, la cara, las orejas o la zona de pecho y abdomen) son las más comunes.

¿QUÉ EFECTOS TIENE?
La ecuación es sencilla: “El picor del cuero cabelludo hace que nos rasquemos, lo que puede favorecer la rotura capilar. Por eso es importante tratarlo”, explica. Sin embargo, no estaría de más entonar un ‘mea culpa’ ya que potenciamos este cabello frágil o quebradizo con agresiones externas como tintes con amoniaco, herramientas de calor como las planchas o los secadores y la sobreexposición al sol y al cloro en verano.

¿QUÉ ESTOY HACIENDO MAL?
Tal y como explica el Doctor Sánchez Viera, empezaremos por los pequeños gestos del día día. Toma nota: aquí van las claves que incorporar (y los gestos que desechar) de tu rutina.

Más vale prevenir
Aunque tengas el pelo y el cuero cabelludo sano, apuesta por champús suaves con el mismo pH de la piel.

Préstale la misma atención que al rostro
Aunque a veces sea algo incómodo cargar con un producto para cada necesidad, utiliza protectores térmicos cuando recurras a fuentes de calor fuertes, olvida los tintes con amoniaco y aplica protectores del cabello con SFP. Pensar que estos últimos son sólo para el verano es un gran error: si no perdonas la temporada de esquí, recuerda que la nieve actúa como un espejo que reflejará la mayor parte de los rayos de sol sobre tu rostro y tu cuero cabelludo.

Márcate un ritual
Si quieres fortalecer el cabello desde el interior y alargar la fase anágena (cuando el cabello se encuentra en pleno proceso de crecimiento) lo mejor será escoger champús y mascarillas anticaída, recomendados siempre por un profesional. Si tienes caspa, humedece el cabello con agua tibia antes de aplicar el champú antici y masajea el cuero cabelludo suavemente con las yemas de los dedos para que ésta se despegue, antes de aclarar.

No te creas todo lo que lees en internet
Tal y como explica el dermatólogo, el picor también puede aparecer al utilizar productos no apropiados como el vinagre o el bicarbonato, que tras un uso continuado pueden producir descamación e irritación. Una combinación ‘explosiva’ que se puso de moda hace unas temporadas como sustituto al champú y de la que ya se advirtieron sus efectos.

Con cuidado
Si tienes el pelo largo, lávalo en sentido vertical ya que si lo acumulas en la parte alta de la cabeza harás que se enrede más. Recuerda peinarlo con un peine de púas anchas tras aplicar el acondicionador para evitar tirones. Además, si te empleas con la toalla reducirás el tiempo de uso del secador (que siempre debe ser a temperatura baja y evitando boquillas estrechas para que no se concentre el calor). Por último, olvida coletas o moños muy tirantes ya que, aunque favorecen, pueden arrancar o romper el cabello.

¿Y SI LLEGO TARDE?
Ponerse en mano de expertos ante los primeros síntomas es vital porque, tal y como explica el doctor, “el picor se puede evitar, por eso siempre recomendamos consultar con un especialista para que encuentre y trate la causa que lo provoca”, sentencia.

Entre los tratamientos más recomendados, si se tiene cuero cabelludo sensible, lo más adecuado será utilizar un champú que mejore el proceso de nutrición del folículo piloso y reduzca la microinflamación, aliviando así la irritación, la descamación y el picor. En el caso de la Dermatitis Seborreica, algunos de los ingredientes que encontraremos en nuestro champú serán sulfuro de selenio, piritiona de Zn, cicloprirox olamina o ácido salicílico.

Cuando esto no es suficiente (quizá porque nuestro pelo quebradizo sea síntoma de otra afección) entran en juego diversos tratamientos como la mesoterapia (microinyecciones de fármacos, minerales y vitaminas), la electroporación capilar (se administran fármacos mientras se estimula con microcorrientes) y el implante de cabello (en IDEI utilizan la técnica FUE, en la que se trabaja con los folículos a nivel individual y teniendo en cuenta el ángulo de crecimiento del pelo en cada zona).

Sea como sea tu cabello, seguro que a partir de ahora mimas un poco más tu cuero cabelludo. Y ya sabes, si quieres presumir de pelazo lo mejor será atacar el problema de raíz (nunca mejor dicho).