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Bichectomía; consecuencias a largo plazo de la cirugía

Dentro de los procedimientos estéticos que se realizan hoy en día el que se ha puesto de moda es el de la bichectomía. Este consiste la extracción de las bolas de bichat, conocidas también como bolsas de grasa bucal, una una estructura anatómica que hace que el contorno de la cara sea  muy definida y también la región media e inferior de la cara.

La cirugía tiene efectos casi inmediatos,  pero dentro de los beneficios inmediatos, las consecuencias a largo plazo podrían no gustarte. 

El procedimiento de extracción de estas bolas de grasa dentro de la cara es «sencillo» y rápido, una vez extraídas no vuelven a crecer y la cirugía es definitiva. Estas bolas son las que te hacen ver con más cachetes y de acuerdo a los especialistas, los adultos ya no las necesitamos. 

Las bolas de Bichat fueron descritas por el anatomista y biólogo francés Xavier Bichat, fallecido en 1802 en París y nunca supo que en el futuro habría un procedimiento de cirugía plástica llamado bichectomía en su honor. 

Como ya se mencionó, la extracción de estas bolas de grasa, tiene efectos visuales casi inmediatos, pero a medida que envejeces, la piel del rostro se puede colgar en esa área, además de tener envejecimiento prematuro, esqueletonización facial (que tu rostro se torne calaverico si bajas de peso). 

Se recomienda también para las personas cuya cara es muy redonda y su cuerpo es muy delgado. Esta cirugía se puede realizar a partir de los 16 años y hasta los 40 que es cuando el rostro comienza a adelgazar por el envejecimiento. 

Para extraerlas se realizan dos incisiones internas una por cada mejilla en el espacio que hay entre las muelas inferiores y superiores y es una cirugía que no deja marcas. 

Se hace con anestesia local, los cortes son aproximadamente de tres centímetros y se extrae la grasa en función de cuánto quieres perfilar el rostro. El procedimiento dura aproximadamente una hora y luego de ella el paciente puede regresar a casa y seguir con actividades normales.

La inflamación se va pronto (cuatro o cinco días), los puntos se caen solos, pero hay que mantener una dieta blanda por la primera semana y media para evitar infecciones en las heridas o lastimarse por error. 

Una vez que desaparezca la inflamación, el rostro del paciente se verá más afilado debido a que el mentón y los pómulos serán más marcados.