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Ácido hialurónico, ¿por qué está arrasando en todas las rutinas de belleza?

Rejuvenece e hidrata como ninguno, ¿podríamos estar sobrevalorando este ingrediente?

El ácido hialurónico es el rey absoluto de la belleza del siglo XXI, omnipresente en dermatología, cosmética, medicina estética y cirugía plástica. Todas sus bondades revolucionarias que, de la noche a la mañana, estaba por todas partes y en todos los cosméticos, son tan mágicas como necesarias para cualquier rutina. Con que tengas un mínimo de interés por la industria de la belleza, seguro conoces su importante acción antiaging, pero es probable que todavía no sepas cómo introducirlo en tu rutina o que, de hecho, sus usos van mucho más allá de un efecto antiarrugas.

Hoy es tan popular como los smartphones y su modo de empleo va más allá de las cremas y las agujas. ¿Es de verdad la molécula de la juventud? ¿A qué debe tanta versatilidad? Antes de contestar estas preguntas, primero debemos plantear lo básico:

¿Qué es el ácido hialurónico?
‘El ácido hialurónico es un polisacárido natural en la piel. Se encuentra en la periferia y en las interfaces de las fibras de colágeno y elastina donde permite mantenerlas en una configuración adecuada. En la piel envejecida, estas conexiones con el ácido hialurónico están particularmente ausentes, lo que puede contribuir a la desorganización de las fibras de colágeno y elastina y pueden conducir a la presencia de líneas finas, arrugas y pliegues naso labiales’, explican expertos. ‘De igual forma, su estructura exhibe una notable capacidad para retener/atrapar aproximadamente 1000 veces su peso en agua. Esto da como resultado una piel más suave, tersa y radiante’.

¿Por qué debemos incluir serum de ácido hialurónico en la rutina de cuidado de piel y a que edad empezamos a utilizarlos?
‘El uso de productos cosméticos que contienen ácido hialurónico ayuda a hidratar la piel y mejorar la elasticidad, disminuyendo así la profundidad de las arrugas. Se supone que, cuando se aplican sobre la superficie, las soluciones con este componente forman una capa oclusiva, absorben la humedad, hidratando así la piel y se produce el relleno de las arrugas por defecto. Se supone que el ácido hialurónico estimula la migración de células epidérmicas. Además, las propiedades oclusivas que otorga pueden permitir que sustancias biológicamente activas incorporadas en los cosméticos permanezcan en las capas de la piel y posiblemente faciliten su penetración en la epidermis’, aclara el especialista. ‘El interés en usar este elemento como ingrediente cosmético en productos para el cuidado de la piel surgió con el descubrimiento de que la cantidad de ácido hialurónico que se encuentra naturalmente en nuestro cuerpo disminuye con la edad y cuando se vuelve a introducir en los productos para su cuidado, mantiene la piel hidratada, atenúa la aparición de arrugas, y la suaviza. Con la edad, el rostro experimenta una disminución gradual de los niveles de ácido hialurónico. La producción comienza a disminuir alrededor de los 20 años y este descenso se acelera en los 40 años. Por lo que una edad promedio para comenzar a emplearlos sería a los 25 años’, continúa.

¿En qué paso se debe incluir el ácido hialurónico?
Usualmente, los productos que tienen ácido hialurónico vienen en diferentes vehículos como por ejemplo cremas o sueros, por lo que si no tienes una rutina del cuidado de la piel definida puede que los estés empleando en pasos diferentes. Como menciona el doctor experto en dermatología clínica y estética, ‘la rutina siempre debe de comenzar con la limpieza de la piel. Ahora, ¿En qué orden se debe usar el ácido hialurónico? Según su vehículo, los cosmecéuticos deben aplicarse de menor a mayor densidad y considerando el efecto oclusivo del ácido hialurónico mencionado inicialmente, este debería aplicarse después de los sueros que contengan antioxidantes, por ejemplo, u otro principio activo con el objetivo de facilitar su penetración en la epidermis’.

El must para cualquier tipo de piel
Hoy, la tendencia es formular el ácido hialurónico en sueros que se usan como tratamiento de choque con el fin de rehidratar y aportar volumen cuando la piel ha pasado por un momento de crisis (mucho sol, estrés prolongado, una enfermedad, un tratamiento estético agresivo…).