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Aceite de argán: todas sus propiedades y usos

Hoy hablaremos del aceite de argán, que sin duda se ha convertido en un ingrediente muy popular en la cosmética. Sus propiedades nutritivas lo han llevado a estar presente en productos para el cabello, cuerpo e incluso en maquillaje.

Si quieres saber todo sobre este ingrediente natural no puedes perderte este post:

Aceite de argán: propiedades y usos
Aceite de argán en la cosmética
Maquillaje con aceite de argán

Aceite de argán: propiedades y usos
Hace unos años, el aceite de argán llegó a nuestras vidas para quedarse. Muchos productos cosméticos actuales lo incluyen en su formulación ya que tiene numerosas propiedades. ¿De dónde sale el aceite de argán?

Este producto natural se obtiene tras un proceso de secado (al sol) de los frutos del argania spinosa (árbol del argán), nativo de Marruecos. Tras secarse, se saca la semilla del fruto y se prensa en frío. Esto hace que sea un proceso libre de productos químicos.

El resultado es un aceite con un olor apenas perceptible y con color dorado claro, conservando todos sus principios activos. Además, el aceite de argán también es comestible, aunque se extrae de las almendras de argán tostadas.

¿Y cuáles son las propiedades del conocido como ‘Oro Líquido de Marruecos‘? Muchas. Está compuesto por ácidos grasos esenciales y vitamina E, y oligoelementos como hierro y omega.

Es conocido por sus propiedades hidratantes, regeneradoras y antinflamatorias, y tiene numerosos beneficios para el cabello, uñas, cuerpo y rostro, que a continuación detallaremos. Pero, ¿cómo identificamos el aceite de argán puro?

Al ser un producto de elaboración artesanal, podemos encontrar imitaciones. Si hablamos de cosmética, el aceite de argán debe ser de color dorado traslúcido, similar a otros aceites vegetales, y su olor debe ser muy suave, similar al del sésamo o ajonjoli (desaparece rápidamente al ser frotado). En cuanto a la textura, debe ser suave y no pegajosa, sin generar molestias en la piel.

Como cualquier producto, hay que tener algunos aspectos en cuenta para su conservación:

Evita aplicarlo directamente sobre heridas abiertas, y no debe entrar en contacto con los ojos.
Suele tener una vida útil de 8 meses, por lo que si observas cambios en su color debes tirarlo.
Es recomendable almacenarlo en envases de vidrio opaco para protegerlo de los rayos solares.