En ocasiones nuestra talla de ropa puede ser diferente en ciertas tiendas, esto no es porque subas de peso de un momento a otro, ¡aquí te explicamos los motivos!
Esta es una situación que seguramente todas las mujeres han vivido; estamos en una tienda, nos probamos un pantalón que nos queda excelente, entramos a otro local donde nos probamos un pantalón de esa talla de ropa que nos hizo ver increíble, sin embargo, esta vez no nos queda y tenemos que aumentarle unas cuantas tallas a la prenda para que el botón cierre.
Sabemos perfectamente que esto puede tener varias repercusiones negativas, comenzamos a cuestionar nuestros hábitos alimenticios e incluso a obsesionarnos con la idea de bajar de peso para recuperar nuestra figura. Es entonces que vale la pena preguntarnos, ¿por qué las tallas de ropa cambian de acuerdo a la tienda en la que estamos?
Cada marca de ropa tiene sus propios moldes
En primer lugar, tenemos que dejar en claro que no existe tal cosa como tallas unificadas o reguladas a gran escala; es decir, cada compañía decide los tamaños de las tallas según los lugares de fabricación, distribución y claro, las estrategias comerciales de la marca. Por lo tanto, si cada empresa es libre de elegir su tabla de medidas, no sorprende que varíen tanto de un lugar a otro. No obstante; ¿con base en qué determinan esos números?
Para responder esta pregunta debemos entrar en terrenos más complicados, pues efectivamente, esas decisiones pueden llegar a tomarse buscando provocar algún efecto psicológico en las personas.
Estrategias comerciales para las tallas de ropa
La Asociación General De Consumidores de España ha señalado la existencia de muchas marcas y tiendas que eligen el número de talla pensando en cuál hará sentir más a gusto a su público objetivo, por lo que pueden ofrecer un pantalón 38 que en realidad equivale a un 40 o un 42, lo que aumentará las oportunidades de compra.
De igual manera, algunas marcas están dirigidas a personas que solo entran a tiendas en donde saben que encontrarán tallas superiores a la 40, lugares en los que ofrecen prendas 46 o más grandes cuando en realidad equivalen a una 42.
La psicóloga Noelia Trivisonno señala que las normas con las que se fabrica la ropa dirigida a las mujeres se basan en cánones estéticos socialmente aceptados, los cuales provienen de los medios de comunicación y las empresas que buscan convencerte de que a través de sus productos alcanzarás la “auténtica belleza”. Por ello resulta tan sencillo convencernos de que hay algo mal con nuestros cuerpos si la ropa que nos estamos probando no nos cierra.
Ten presente que la única manera de saber si nuestros cuerpos están sanos es visitando a un médico especialista para que haga los estudios correspondientes, ¡nunca a través del número que imprime una marca de ropa!
