Los retrasos en el habla son muy comunes entre los niños con autismo, pero también son comunes en los niños sin el trastorno. Aunque los retrasos importantes en el habla son siempre motivo de preocupación, no son inherentemente un rasgo del autismo y pueden deberse a otros problemas, como la pérdida de audición.
Los retrasos en el habla en niños con autismo suelen presentarse con otros problemas de comunicación, como falta de contacto visual, pasividad social y emocional, no gesticular ni señalar objetos, o fijación en los objetos.
La diferencia entre los retrasos en el habla en niños con autismo y aquellos sin autismo es bastante fácil de detectar. Tomemos el ejemplo de «Juanito» y «Pedrito», dos niños ficticios que presentan importantes retrasos en el habla:
-Juanito no habla nada a los 2 años. Pero aunque todavía no dice palabras, balbucea y usa el lenguaje corporal para comunicarse con las personas que lo rodean. Señala, atrae a las personas hacia las cosas que quiere y se relaciona con otra gente. Le gusta activamente jugar con sus padres y hermanos. Y se siente frustrado cuando lo dejan solo tomando una siesta.
-Pedrito tiene la misma edad que Juanito. Pedrito dice algunas palabras, pero no las usa para comunicarse. En su lugar, se las repite así mismo una y otra vez. Pedrito todavía no ha descubierto cómo utilizar gestos, sonidos o palabras para pedir algo que quiere. A sus padres les resulta casi imposible mantener su atención durante más de unos segundos.
Entonces, Juanito podría tener un retraso en el habla que requiere otras formas de intervención. Las posibles causas incluyen:
- Pérdida de la audición
- Apraxia del habla (un problema con el control de los músculos utilizados en el habla)
- Deterioro cognitivo (problemas con el pensamiento, el razonamiento, la memoria, el aprendizaje y las habilidades lingüísticas)
Aunque Pedrito puede utilizar algunas palabras, es posible que esté mostrando un rasgo de autismo temprano.