Además de ser una actividad esencial para prevenir el COVID-19, el lavado constante de manos ayuda a prevenir la dishidrosis, una condición de la piel que provoca ampollas en áreas de mayor sudoración, como las palmas.
“Es importante que las personas no se automediquen y no utilicen remedios caseros, porque esto puede provocar mayores daños a la piel. La mejor opción es acudir con un médico”, finalizó.
La dermatóloga adscrita al Hospital General Regional (HGR) No. 180 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Columba Julieta Navarro Romero, explicó que esta enfermedad, también llamada eczema dishidrótico, afecta a sobre todo a pieles sensibles en temporada de calor.
“Las lesiones pueden ser detonadas por el contacto de este tipo de piel con joyería que contenga níquel y también con sustancias químicas de uso casero o industrial. Además de eliminar el sudor con agua y jabón, se recomienda utilizar guantes de algodón, por debajo de los de plástico, y lavarlos con jabón de barra, sin suavizantes ni cloro”, detalló.
Debido a que el sudor es un detonante de la dishidrosis, es necesario que el uso de guantes sea por periodos cortos, para permitir la ventilación de la piel, continuó la experta. La piel de las plantas de los pies es similar a la de las palmas de las manos, por lo que se recomienda, del mismo modo, utilizar calcetines de algodón o calzado abierto siempre que sea posible, además de mantener una buena higiene.
Navarro Romero aclaró que esta condición puede presentarse por cuestiones genéticas, pero también se da en personas que pasan por periodos de estrés y, a causa de esto, tienen un alto grado de sudoración en las manos.