Una de las principales causas por las que ocurre el dolor en alguno de los codos es la tendinitis, es decir, la inflamación y lesión de los tendones, que son los tejidos blandos que fijan el músculo al hueso.
Si bien puede ocurrirle a cualquier persona, los deportistas enfrentan mayores probabilidades de lesionarse los tendones en la parte externa del codo. Esa afección se conoce, comúnmente, como codo de tenista.
¿Qué más puede provocar dolor de codo?
Bursitis —inflamación de un cojín lleno de líquido que se encuentra bajo la piel—.
Artritis.
Distensión muscular en el codo.
Infección en el codo.
Desgarramiento del tendón.
En el caso de los niños pequeños, es frecuentemente el «codo de niñera», que a menudo ocurre cuando alguien les jala el brazo estirado. Si esto pasa, los huesos se estiran y se separan momentáneamente y un ligamento se desliza entre ellos.
El ligamento queda atrapado cuando los huesos intentan regresar a su lugar. Como resultado, el niño normalmente se negará en silencio a usar el brazo, pero a menudo gritará con cualquier intento de doblar o enderezar el codo.
Toma en cuenta que los tratamientos dependen de la causa, pero pueden incluir:
Fisioterapia.
Antibióticos y analgésicos.
Inyecciones de corticosteroides.
Manipulación.
Cirugía —último recurso—.
¿Cuándo contactar a un médico?
Tienes un caso prolongado de tendinitis que no mejora con los cuidados en el hogar.
El dolor se debe a una lesión directa en el codo.
Hay una deformidad evidente.
Tienes fiebre o inflamación y enrojecimiento del codo.
El codo está inmóvil y no lo puedes enderezar o doblar.
Visita a un profesional de la salud si tienes un caso prolongado de tendinitis que no mejora con los cuidados en el hogar o si el dolor se debe a una lesión directa en el codo.