Con la demencia, las capacidades que tienen que ver con la planificación, el pensamiento flexible, el control, la memoria y la organización tienden a disminuir. Tales habilidades se conocen como funciones ejecutivas. Una disminución en la función ejecutiva puede manifestarse de la siguiente manera:
- Dificultad para equilibrar tu chequera y pagar las facturas a tiempo.
- Encontrar recetas de cocina difíciles de seguir incluso si las has preparado antes.
- Tardar más en preparar el café por la mañana.
Si notas estos cambios en ti o en un ser querido, comuníquense con su médico para una evaluación.
Asimismo, es importante que sepas que tener uno o dos errores en tus cálculos matemáticos no es señal de demencia.
Sumado a lo anterior, si tú o tu ser querido normalmente son tolerantes y se han vuelto irritables y temerosos últimamente, o tuvieron una reacción exagerada cuando algo menor cambió en su rutina, deben poner atención.
Un cambio en el estado de ánimo y el comportamiento durante los últimos meses es una señal de advertencia de que el cerebro puede estar atravesando por algunos cambios. Si este es el caso, considera acudir a una evaluación para la detección de demencia.
RECUERDA: Volverse un poco más estricto en tus costumbres y no gustarte el cambio no es una bandera roja de demencia.