De acuerdo con los expertos, es posible prevenir la enfermedad ósea al ingerir suficiente calcio y vitamina D en tu dieta.
Al comer la combinación correcta de alimentos ricos en calcio y vitamina D, las personas pueden estimular su sistema inmunológico y proteger sus huesos. Muchos alimentos ahora están fortificados con calcio y vitamina D, lo que hace que sea más fácil cumplir con la ingesta diaria recomendada.
Los especialistas aconsejan comenzar el día con un cereal fortificado con calcio que sea alto en fibra (más de 3 gramos) y bajo en azúcar. El cereal integral con una taza de leche añade hasta 600 miligramos (mg) de calcio.
El pescado graso también es una excelente fuente de vitamina D. Una porción de 85 gramos de salmón silvestre aporta más del 100 por ciento del valor diario de vitamina D.
También es recomendable comer una variedad de verduras de hojas verdes oscuras como espinaca, col rizada, acelga suiza y pak choi (col china).
Una porción de 230 gramos de yogur aporta 400 mg de calcio. Elige yogur sin grasa o yogur griego, que brinda proteínas adicionales.
Otra sugerencia son las alternativas a la leche. Ya sea leche de almendra, soya, anacardo o cáñamo, casi todas las alternativas están fortificadas con vitamina D y calcio. Por ejemplo, la leche de almendras aporta hasta el 45 por ciento del valor diario de calcio y el 25 por ciento del valor diario de vitamina D.
El cuerpo también produce vitamina D cuando se expone a la luz solar. Solo de 10 a 15 minutos de sol al día puede producir suficiente vitamina D.
Finalmente, es crucial controlar la cantidad de calcio y vitamina D que se consume cada día. Si sospechas que no estás obteniendo lo suficiente, habla con tu médico o nutriólogo.