El té de jengibre actúa como auxiliar para el tratamiento de diversas enfermedades debido a las propiedades de la raíz, además es efectivo para la pérdida de peso. El jengibre es muy accesible y lo puedes comprar en el supermercado.
El té de jengibre se puede preparar de diversas maneras ya que se puede combinar con otros elementos. Así puedes preparar un delicioso té de jengibre.
Lo primero que debes hacer es lavarlo muy bien ya que al ser raíz, puede tener tierra, si lo deseas puedes pelar aunque si está lavado no es muy necesario.
Aproximadamente 100 gramos de jengibre te rinde para tres tazas de té. Para prepararlo pon a hervir tres tazas de agua, cuando esté a punto de hervir añade el jengibre (de preferencia rallado) baja el fuego y deja que hierva por 15 minutos. Pasado ese tiempo apaga el fuego y deja reposar por 5 minutos más, con la ayuda de un colador puedes retirar la ralladura de jengibre.
El té de jengibre suele durar en buen estado hasta por tres días siempre y cuando se conserve en el refrigerador. Tómalo como agua normal antes de cada comida, si el sabor no te es tan agradable puedes añadir un poco de limón o miel de abeja.
Las personas de bajo peso deben evitar el consumo de jengibre, pues se ha demostrado que es supresor del apetito y acelerador del metabolismo que hace consumir más grasas. Si estás buscando ganar masa muscular tampoco es recomendable.
- En la menstruación: Las mujeres que se encuentran en su periodo menstrual deben evitar consumir jengibre, pues se ha demostrado que pueden tener sangrado extra.
- Enfermedades cardíacas: Consumir de manera periódica el jengibre puede provocar a largo plazo problemas cardíacos como arritmias y en casos más extremos, infartos.
- Embarazo: si se consume durante la etapa de gestación, el jengibre puede ocasionar contracciones prematuras.
- Diabetes: Las personas con diabetes tipo 2 sí pueden tomarlo siempre y cuando no consuman metformina o inyecciones de insulina.
