El sedentarismo nunca fue bueno. Por el contrario, el ejercicio regular y moderado es un bálsamo para nuestro cuerpo. Este verano podemos recuperar la costumbre ancestral de dar un paseo después de las comidas porque, según demuestran recientes estudios, beneficia mucho a nuestro organismo. En lugar de tumbarnos en el sofá, puede ser una buena idea calzarnos unas zapatillas cómodas y dar un paseo de 10 o 20 minutos. ¿Cómo? Camina de manera ligera pero sin realizar un esfuerzo excesivo. También es fundamental en estos momentos, centrarse el el paseo tras el desayuno o la cena ya que, las altas temperaturas no invitan a caminar a mediodía. Irás notando como tus digestiones se aligeran con todos los beneficios que eso te reporta.
LOS 3 BENEFICIOS DE DAR UN PASEO DESPUÉS DE COMER

Recientes estudios parecen corroborar que dar un paseo después de las comidas tiene suficientes beneficios como para que lo practiquemos. Entre ellos están:
- Puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre si lo complementamos con una dieta baja en hidratos de carbono.
- Ayuda a activar el metabolismo y la digestión, evitando problemas como los gases, los reflujos o a la acidez después de las comidas.
- Cuidas tu salud cardiovascular ya que el movimiento activa la circulación sanguínea y la presión arterial que, como sabes también te ayuda a controlar el colesterol.