Quizás en algún momento de tu vida hayas notado síntomas que se asocien a este concepto. Los expertos nos ayudan a entender lo que es la ataraxia.
Puede que en alguna ocasión hayas escuchado hablar acerca de la ataraxia, un estado de ánimo que consiste en no sentir nada, ni sufrimiento, ni ira, ni felicidad. Para la filosofía griega, la ataraxia es sinónimo de imperturbabilidad. El objetivo vital de los griegos consistía en alcanzar un estado mental que les permitiera vivir en calma, y desechaban así cualquier sentimiento negativo que les inquietara y les alejara de esa meta espiritual.
Puede parecer interesante: que todo te dé igual. Si tu jefa te levanta la voz en plena oficina, no te afecta; si trabajas muchísimo pero tu sueldo no se corresponde con el tiempo que empleas ni con el esfuerzo que le dedicas, ¿qué más da si eso te paga el alquiler?; si tu pareja te deja sin que lo esperaras, te da igual, y así la vida con muchas otras situaciones propias de la vida.
La verdad es que si lo pensamos, siempre estaríamos tranquilos. La ataraxia se presenta como un concepto atractivo –desde el punto de vista de la filosófica–. Pero en realidad resulta ser un problema si mostramos indiferencia ante determinadas cuestiones, porque nos convertimos en conformistas, y lo terminamos trasladando a más ámbitos de la vida: no nos hacemos valer –tips para detectar y enmendar una baja autoestima–.
CÓMO SABER SI SUFRES ATARAXIA
- En el terreno laboral. Lo más común sería cuando no te inmutas en esos momentos en los que hay cambios que te afectan, sean de manera directa o indirecta, y los aceptas aunque sean injustos o cuando sientes ausencia de ciertas inquietudes.
- En el terreno sentimental. Cuando estás en una relación por estar, aunque hayas detectado que es tóxica y que no va a ningún lado. También cuando tu pareja te deja y te da igual, porque terminas pensando que no eras suficiente.
- En el terreno personal. Cuando evitas conflictos aun sabiendo que enfrentándote a ellos podría arreglarse la situación o, por ejemplo, cuando personas de tu círculo te «traicionan» e intentas pasar de ello y además no se lo dices.
CÓMO LIDIAR CON LA ATARAXIA
La fórmula esencial reside en tener una cosa clara: de la frustración se aprende. Nadie quiere estar triste y sentirse decepcionada, de hecho si nos fijamos en cómo estamos evolucionando como raza, con el uso de redes sociales, todo el mundo intenta plasmar una vida en la que todo es gozo, felicidad y momentos exprimidos al límite. No aprendemos a sentir de verdad, identificar y gestionar las emociones y saber que todas ellas, de alguna manera, son beneficiosas.
Por ello, si en alguna de las situaciones anteriores sueles tender a banalizarlo todo hasta el punto en el que te da igual, ojo ahí, porque quizás estés perdiéndote tu propio potencial y el hecho de enfrentarte a situaciones de tristeza, frustación o ira pueden llevarte a ser mucho mejor de lo que te crees.