Este truco te permitirá recuperar el buen estado de tus ollas quemadas.
Limpiar una olla quemada es de las tareas más difíciles de realizar, ya que se necesitan de los conocimientos idóneos para no fracasar. Implementar químicos que no son los adecuados significará un daño para el utensilio de cocina, por lo que debemos ser precisos en esta actividad. Es por ello que hoy te enseñaremos tres trucos caseros que le devolverán el buen estado a tus ollas.
Una olla quemada es algo que podemos tener todos en nuestro hogar. Es que de tanto uso que le damos, notaremos cómo se le forma una capa negra producto del contacto con el fuego. Si bien podemos acudir a productos químicos que aseguran un trabajo eficiente, mejor aplicar estos trucos caseros para dejar tus ollas como nuevas en pocos pasos.
Bicarbonato de sodio y vinagre
Para limpiar con éxito, te sugerimos implementar bicarbonato de sodio y vinagre. En un recipiente debemos añadir vinagre, agregar bicarbonato de sodio y revolver hasta conseguir una pasta que luego aplicaremos en la olla. Esta pasta deberá actuar por al menos 25 minutos. Luego mojaremos una esponja en vinagre y frotaremos las paredes de la olla para finalmente enjuagar y comprobar su buen estado.
Gaseosa sabor a cola
Otro truco eficiente para dejar una olla quemada sin rastro negro pasará por utilizar refresco de cola, gracias a su composición de ácidos y gas. Para ello colocaremos el refresco en la olla y la pondremos en fuego, dejándolo hervir. Cuando llegue a su punto de ebullición, retiraremos y con una esponja metálica frotaremos muy bien las zonas donde está quemada. Si queremos limpiar la parte exterior, tendremos que arrojar el refresco en un recipiente grande y dejar el utensilio en remojo durante dos horas.
Sal gruesa y papel aluminio
En tercer lugar, si queremos limpiar una olla quemada, usaremos sal gruesa y papel aluminio, dos cosas que fácilmente tenemos en nuestra cocina. Para esto tendremos que espolvorear una cucharada de sal gruesa en la olla, luego hacer una bola de papel aluminio y frotar la parte quemada hasta que el papel tome un color oscuro. A continuación, enjuagaremos con agua.
