Seguramente ya has escuchado que el café molido es un gran exfoliante que hace maravillas en la piel pero, también se puede usar como mascarilla o infusión para aportarle otros beneficios a tu cutis. A continuación te presentamos algunos de sus beneficios:
Elimina las bolsas y ojeras
El café molido cuenta con propiedades descongestionantes y antioxidantes que reducen la hinchazón del contorno de ojos y el característico color oscuro de las ojeras, ¿ya lo sabías? Si quieres sacarle partido prepara una taza de café, sumerge un par de algodones en ella y llévalos a las párpados durante 10 minutos para desaparecerlas.
Combate las impurezas y el acné
La cafeína es un activo ideal para desintoxicar los tejidos grasos y desinflamar la piel, así que, aplicada en el rostro, ¡es la solución para las imperfecciones! Utilízala como exfoliante, mezclado con miel y masajea durante un par de minutos, cada 15 días. El resultado revitalizante, impecable y suave te enamorará desde el primer uso.
Lucha contra la celulitis
Otras maravillas del café molido en la piel son su poderes para reactivar la circulación sanguínea, deshacer la retención de líquidos e incrementar la acción de las moléculas que queman la grasa. Si se coloca sobre la tez del cuerpo, junto con aceite de coco, los beneficios son la reducción de celulitis y de várices, al igual que un aumento de firmeza.
Previene la resequedad y las manchas
Como ya lo mencionamos, la cafeína posee cualidades antioxidantes que defienden a tu cutis de los daños causados por los rayos UVA. Su consumo y aplicación en mascarillas(preferentemente mezcladas con huevo) son un remedio aclarador y anti-aging que ayudan a lograr un cutis radiante y elástico por más tiempo.
Es un bronceador casero
Si, además de todas las bondades que ya leíste, el café molido resulta ser un bronceador natural mejor que muchos bronceadores comerciales, ya que bloquea los efectos del sol y aporta un color dorado al mismo tiempo. ¿Cómo hacerlo? Combina una taza de café concentrado con 5 gotas de esencia de coco y 1 cucharada de aceite de almendras. Vacía el producto en un frasco de spray y distribuyelo en el cuerpo, luego de aplicar fotoprotector.
