Cuando una crema de bebé -con madera de cosmético mutiusos y más de 90 años de historia- se empieza a pedir más que nunca en las farmacias tenemos que hablar de ello. Nuestro furor/pasión por las cremas de farmacia y por todo lo que usaban nuestras abuelas -ellas lo hicieron casi todo primero-, no nos permite pasar por alto este fenómeno beauty. Hablamos de Sudocrem, una crema en tarro vintage creada por un médico irlandés en su farmacia de Dublín en 1931 que ha conseguido convertirse en una de las más buscadas en las farmacias de Reino Unido -en Amazon UK tiene más de 7000 reseñas- y en la segunda crema más usada en Europa para tratar la dermatitis del pañal. Sin olvidarnos del momento viral que vivió por colarse en un selfie que se hizo Madonna en el baño de su casa y en el que aparecía un tarrito de Sudocrem en sus estanterías. Tal y como nos confirma el farmacéutico Eduardo Senante, de Farmacia Senante, este verano está experimentando un gran repunte de ventas en su farmacia (junto con otros grandes clásicos como Cicalfate o Tractopon). ¿El motivo? Pues aunque hay muchos -lo retro siempre vuelve, afirma Senante-, el hecho de que sea una crema cicatrizante y calmante la ha convertido en la herramienta de cura perfecta para las rozaduras de los pies. Ese, al menos, es uno de los motivos que esgrimen los clientes de esta farmacia de Zaragoza cuando van en busca y captura de esta crema. Si a eso sumamos sus 90 años de historia -«Solemos asociar este tipo de cremas de toda la vida con una mayor naturalidad en su fórmula”, explica Senante-; su precio asequible (ronda los 4 euros) y su carácter multiusos, se entiende aún más el furor.